S.O.S., son las siglas de pedido de socorro que fueron aprobadas por la Conferencia Internacional de Radiotelegráfica celebrada en Berlín el 3 de Noviembre del año 1906, reemplazando a C.Q.D. (¡Come Quickly,Danger! ¡Vengan Pronto,Peligro!). S.O.S. fue ratificado como un código universal de emergencia para ser usado por embarcaciones en una situación de hundimiento en 1908 y posteriormente por la industria de la aviación.
Las tres letras del código corresponden a tres palabras en el idioma inglés: ¡Save Our Ship! (Salven Nuestro Barco) o ¡Save Our Souls! (¡Salven Nuestras Almas!) En nuestro idioma se han hecho algunas adaptaciones como son ¡Socorro Oh Socorro!, ¡Socorro O Sucumbimos! O ¡Sálvennos O Sepúltennos!
Todos pasaremos o quizás algunos están pasando por situaciones adversas, al grado que los llevarán al límite de preguntarse ¿De dónde vendrá mi SOCORRO?, como lo hizo el autor del Salmo 121.
La nave de nuestra vida pareciera estar hundiéndose, las olas de los problemas que sacuden nuestro ser continúan agigantándose y las aguas de la desesperación comienzan a inundar nuestro corazón.
Entonces clamamos: “¿De dónde vendrá mi SOCORRO?” (vs.1) ¿De dónde vendrá mi ayuda? ¿De dónde vendrá mi S.O.S.?
La solución o la respuesta a la situación problemática que nos aflige no la tiene ni el pastor de nuestra iglesia, ni el hermano más consagrado de nuestra congregación, ni tampoco nuestro mejor amigo o amiga.
El salmista encontró una respuesta inmediata y específica a su pregunta: “Mi SOCORRO viene de Jehová”.
Las personas mencionadas anteriormente, no tengo ninguna duda que pondrán sus oídos a nuestra disposición para escucharnos, estoy seguro que nos darán una palabra de ánimo o esperanza y orarán a nuestro favor pero como creyente se nos exhorta en las Sagradas Escrituras a no poner nuestra confianza o dependencia en ningún otro ser humano sino en Dios. (Jeremías 17:5, 7)
A continuación el Salmo 121, claramente nos da las razones por las cuales Dios debería ser nuestra única fuente de “socorro”.
“Mi (Tu) SOCORRO viene de Jehová que HIZO LOS CIELOS Y LA TIERRA” (vs.2) El rey David nos confirma la misma promesa en el Salmo 124:8.
El salmista nos lleva a Génesis 1:1, al mismo “principio” cuando Elohim “creó (hizo) los cielos y la tierra” por medio de “Su palabra… (y) por el aliento de su boca” (Salmo 33:4), cuando Jehová “dijo y fue hecho; mandó y existió” (33:9)
¡Cuántas veces en medio de las tormentas de la vida nos olvidamos que fuimos creados a su “imagen (y) conforme a su semejanza”! (Génesis 1:26), un “poco menor que los ángeles coronados de Gloria y de honra” (Salmo 8:5)
El salmista completamente convencido afirmó: “Mi S.O.S. viene de Jehová que es mi Creador” y por lo tanto “no dará mi (tu) pie al resbaladero”
El reconocer a Dios como nuestro Hacedor protegerá a nuestro pie para que no continúe resbalando fuera de borda y así El impedirá que caigamos en las olas tumultuosas del desánimo “pues a Sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos (y) en sus manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra” (Salmo 91:11,12)
“Mi (Tu) SOCORRO viene de Jehová que JAMAS SE ADORMECERA, NI DORMIRA” (vs.3, 4)
Los seres humanos no podemos subsistir sin descansar o dormir; pero nuestro Creador está siempre despierto y ni siquiera se toma una siesta o “pestañea” con el fin de velar atentamente por cada uno de nosotros, las 24 horas al día, los 7 días de la semana. Si así no fuera, el autor del Salmo 46 no hubiera escrito: “Dios es nuestro amparo y Fortaleza, nuestro pronto auxilio (socorro) en las tribulaciones” (vs.1)
“Mi (Tu) SOCORRO viene de Jehová que ES TU GUARDADOR” (vs.5)
El verbo “guardar” y el sustantivo derivado “guardador” aparecen seis veces en los ocho versículos que componen el Salmo 121 (Reina Valera 1960). En otras versiones más modernas se usa “proteger” o “preservar” pero todas las expresiones provienen del mismo verbo hebreo shamar.
No debemos tener ninguna duda que Dios tenía la firme intención de grabar o sellar una garantía en nuestro corazón y es la de que ¡El es nuestro “guardador” o “protector”!
Nuestro Creador y Hacedor es:
“¡Mi (Tu) guardador!” (vs.5.)
“¡Mi (Tu) sombra o guardaespaldas a nuestra mano derecha!” (vs.5)
“¡Mi (Tu) protector del sol o del calor de las pruebas y tentaciones durante el día!” (vs.6)
“¡Mi (Tu) atalaya que no se duerme o adormece en el transcurso de las horas nocturnas mientras permanece la luna! (vs.6)
“¡Mi (Tu) libertador de todo mal! (vs.7)
“¡Mi (Tu) escudo de nuestra salvación o alma! (vs.7)
“¡Mi (Tu) preservador de cada uno de nuestros pasos, acciones, decisiones, salidas y entradas si vives en obediencia a Su Palabra! (vs.8)
¿Por cuánto tiempo tenemos la garantía anterior?
El compromiso de Dios de ser nuestro “guardador” o “protector” es “Desde AHORA y para SIEMPRE” (vs.8)
No creo que puedas recibir esta promesa del pastor de tu iglesia, de la persona más consagrada de tu congregación o de tu mejor amigo o amiga; pero “Si alzas tus ojos a los montes” (al cielo) en tiempos que tu nave pase por momentos de tormenta y creas que perecerás en el naufragio recuerda que “Tu SOCORRO, vendrá de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.
Tus oídos escucharán la voz de Dios diciendo: “S.O.S.”…“¡Siempre Os Salvaré! * ¡Siempre Os Socorreré! * ¡Hoy y Siempre!
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”
*Expresiones originales & registradas legalmente por el autor del artículo.