Gracias a la colaboración de los hermanos en Tesalónica es como Pablo y Silas pudieron librarse de un buen grupo de judíos llenos de celos y envidia los cuales habían alborotado a la ciudad y a sus autoridades acusándolos de “trastornar al mundo entero…violar la leyes del emperador” pero por sobre todas las cosas “decir que hay otro rey que es Jesús”. (Hechos 17:6,7)
Presintiendo las intenciones de aquella turba de judíos y de los maleantes callejeros que habían reclutado,”inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y Silas hasta Berea“. (vs. 10)
Berea estaba ubicada a unos 80 kilómetros al oeste de Tesalónica y aproximadamente a unos tres días de viaje por la Vía Egnacia. Aquí fue donde Pablo y Silas encontraron un oasis de fortaleza y ánimo en medio del desierto de la adversidad y la persecución que habían sufrido primero en Filipos en donde habían sido encarcelados y después en Tesalónica.
El trato reconfortante que recibieron los siervos del Señor de los judíos en Berea fue muy contrastante del que recibieron de los judíos en Tesalónica o en otros lugares. Lucas nos da la razón en el versículo 11 del mismo capítulo 17 del libro de Hechos: “Y éstos eran más nobles…pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así“.
Los judíos de Berea eran “más nobles“; en otras palabras tenían un corazón sensible y receptivo, no lleno de prejuicios y de malos sentimientos hacia la Palabra de Dios ¿Tienes tu un corazón “noble“, abierto a la voz del Espíritu Santo quien convence de pecado, de justicia y de juicio?
Por lo tanto, como resultado “recibieron la palabra con toda solicitud” o como dice la Nueva Versión Internacional “recibieron el mensaje con toda avidez”. La palabra “solicitud” en el original significa: “de buena gana” o “con buena voluntad“. ¿Recibes tú también la palabra de Dios con un buen espíritu o actitud y con una buena disposición a obedecerla?
Finalmente, el texto nos dice que habían estado “escudriñando cada día las Escrituras“. Los de Berea habían seguido el consejo de Aquel de quien Pablo y Silas predicaban,”Escudriñad las Escrituras…ellas son las que dan testimonio de mí“. (Juan 5:39) La expresión “escudriñar las Escrituras” tienen un sentido más allá que el de una simple lectura. La palabra significa: “indagar, investigar, inquirir“.
Lucas no dice que lo hacían esporádicamente o cuando tenían ganas; se nos dice que tenían la disciplina de “escudriñar cada día las Escrituras” y lo hacían para saber discernir las enseñanzas de un falso profeta o maestro. Los judíos de Berea pusieron el mensaje de Pablo y Silas al fuego y a la prueba de la luz del Antiguo Testamento para entonces decidir si las cosas que les enseñaron “eran así“. ¿Escudriñas tú cada día las Escrituras de tal manera que no te expongas a ser llevado por cualquier viento de doctrina?
El versículo 12 nos dice: “Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.”
“Cuando acudo a la Biblia, sé que estoy leyendo la verdad. Y acudo a ella todos los días” (Billy Graham)
GRACIA Y PAZ!
Sergio
“Amigo de Jesús”