¡ Hoy !

En una obra de  la mitología griega encontramos a un amigo de Perseo, hijo de Zeus  diciéndole:”¡Hoy No! ¡Mañana lo haremos!”. Perseo, entonces le responde:”¡Pero  Amigo! ¡Lo mismo dirás mañana!

La definición  literal de la palabra procrastinar es “diferir o aplazar“.  La procrastinación es la actitud consciente y deliberada de un individuo  de postergar o “dejar para mañana” la conclusión de una responsabilidad o tarea  o la resolución de un asunto o problema porque implica una molestia o traerá  consecuencias adversas.

William  Congreve, dramaturgo inglés dijo:”No dejes para mañana ser sabio; el sol de  mañana puede no salir para tí” y un poeta escribió lo siguiente: “Sé sabio hoy,  es de locos postergar. La dilación es la ladrona del tiempo”.

La procrastinación y la desidia no aparecen en Gálatas 5:22 como  una de las nueve manifestaciones que son el “fruto del Espíritu“, por lo  tanto ésta clase de conducta que ha llevado a muchos a permanecer en la  ignorancia, la miseria y el desorden no deberían ser un rasgo distintivo en la  vida de un hijo de Dios; especialmente en las áreas de nuestro caminar como  cristianos en las que está en juego nuestro testimonio de que en realidad hemos  salido de las “tinieblas a Su luz admirable“. (1Pedro 2:9)

La Biblia tiene  palabras de advertencia para aquellos cristianos que tienen como lema en su  vida:”¡Mañana, será otro día!”. Salomón escribió: “No te jactes del  día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá“. (Proverbios 27:1)

No debemos  “dejar para mañana” de confesar nuestros pecados de desobediencia consciente e  intencional que están en contra de la voluntad de Dios y de Su Palabra. No  debemos “dejar para mañana” de confesar nuestros pecados de mano altiva que  hemos cometido en contra de nuestros cónyuges, hijos, familiares, amistades o  hermanos en Cristo.

Benjamín  Franklin, dijo:”El tiempo es la sustancia de la vida.¡Nunca dejes para mañana lo  que puedes hacer HOY!”. Estoy seguro que el  reconocido estadista y científico  estadounidense había leído las palabras que el apóstol Pablo escribió en  su Segunda Carta a los Corintios: “Nosotros colaboradores de Dios, les  rogamos que no reciban su gracia en vano. Porque El dice: En el momento propicio  te escuché, y en el día de salvación te ayudé. Les digo que éste es el momento  propicio de Dios; ¡HOY ES EL DIA DE SALVACION!” (6:1,2)

Gracia y Paz

Sergio

Amigo de Jesús

 

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