El último capítulo de la Epístola a los Hebreos concluye con una serie de exhortaciones a los lectores, motivándolos a vivir obedeciendo a Dios en todos los aspectos de la vida cotidiana como lo son el amor fraternal, la amabilidad, la compasión, la pureza en el matrimonio, la obediencia a los dirigentes de la iglesia, la oración, etc.
El apóstol Pablo, quien creemos fue el autor de la carta mencionada, hizo un descanso en la corriente de su pensamiento y escribió lo que hoy conocemos como el versículo 8 del capítulo 13:”Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos“.
Algunas personas podrían pensar que estas palabras no encajan con lo que el autor ya había escrito o con lo que escribió posteriormente, pero si lo hacen a la luz del contexto general del mismo capítulo y de los capítulos previos.
En el capítulo 11, Pablo nos expuso al testimonio de los grandes héroes de la fe. En el capítulo 12, se nos exhortó a permanecer en la carrera “puestos los ojos en Jesús…“. Finalmente en el capítulo 13,se nos desafía a proseguir una vida de sacrificio y lealtad a Dios, no quejándonos sino con alegría en nuestro corazón.
El apóstol tenía en mente, que en todas las épocas habría muchos que profesando ser hijos de Dios en realidad no tendrían la fe suficiente de creer con todo su corazón que el mismo Dios de Abel, Enoc, Noé, Abraham,Sara, Jacob, José, Moisés, Rahab, Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David,Samuel y los profetas (Hebreos 11),es el mismo que le dijo a Moisés :”YO SOY EL QUE SOY” (Exodo 3:14) y a Malaquías “YO, EL SEÑOR, NO CAMBIO” (3:6 N.V.I.)
Pablo,nos recuerda que la persona central de la Epístola a los Hebreos y de las Sagradas Escrituras es nuestro Señor Jesús.
Jesús a quien Dios lo “designó heredero de todo, y por medio de El hizo el universo…el resplandor de la gloria de Dios…y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa“. (1:2,3 N.V.I.). Jesús el “autor de la salvación (2:10 N.V.I.)…apóstol y sumo sacerdote de la fe (3:1 N.V.I.)…mediador de un nuevo pacto (9:15 N.V.I.)…iniciador y perfeccionador de nuestra fe (12:2 N.V.I.)”.
El apóstol entonces, inspirado por el Espíritu Santo escribió once palabras que fueron, son y seguirán siendo el fundamento de la fe de los hombres y las mujeres de Dios en todos los tiempos: “JESUCRISTO ES EL MISMO AYER Y HOY Y POR LOS SIGLOS” ¡Así Sea!
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”