En mis más de tres décadas de haber sido llamado por Dios de las “tinieblas a Su luz admirable” (1Pedro 2:9), en más de una oportunidad he escuchado a personas que dicen ser creyentes hacer preguntas como estas: ¿Por qué Dios creó a Lucifer sabiendo que se rebelaría contra su autoridad?, ¿Por qué Dios creó los cielos y la tierra en siete días, cuando podría haberlo hecho en menos tiempo?, ¿Por qué Dios dejó a Satanás tentar a Adán y Eva sabiendo que ellos iban a caer?, ¿Por qué Dios hizo el árbol del bien y del mal en el Edén sabiendo que Adán y Eva comerían de su fruto ?, ¿Por qué Dios no mató a Adán y Eva después de pecar para crear otra pareja?, ¿Por qué tenemos que pagar todos nosotros las consecuencias de un pecado que nosotros no cometimos?, ¿Por qué Dios castigó a la humanidad con el diluvio, si al fin de cuentas no erradicó la maldad de los hombres?, ¿Por qué Dios permitió que la mayoría de sus hombres escogidos practicaran la poligamia? ¿Por qué Dios permitió que David continuara siendo rey después de haber cometido los pecados de adulterio y asesinato?, ¿Por qué Dios tardó tanto tiempo en hacer venir a Jesús la primera vez?, …
Estoy seguro que podría escribir varias páginas, con este tipo de interrogantes extraídas de la Biblia tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Asimismo, siempre he optado por creer que las personas que postulan tales preguntas lo hacen con un corazón sincero y no con el fin de argumentar o debilitar la fe de otros Cristianos.
Muy temprano en mi vida como hijo de Dios acepté un principio claramente establecido en Su Palabra:”En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan” (Hebreos 11:6 N.V.I.).
No tengo respuestas ni lógicas, ni teológicas para comprender o responder a todas las preguntas que emanan de las inquietudes del corazón humano, pero así como tengo “fe” para “creer que él existe“; también tengo “fe” para creer en Su Omnipotencia y Omniciencia.
Anselmo de Canterbury, un escolástico del Siglo XI de la era Cristiana y un precursor de lo que hoy conocemos como el Argumento Cosmológico (causa/efecto) de la Existencia de Dios escribió lo siguiente:”No intento, Señor, penetrar tu profundidad, por que de ninguna manera puedo comparar con ella mi inteligencia; pero deseo comprender tu verdad, aunque sea imperfectamente, esa verdad que mi corazón cree y ama. Por que no busco comprender para creer. Creo, en efecto, porque, sino creyere no llegaría a comprender“.
Moisés, en una ocasión que convocó a todos los israelitas con el fin de que reconsagraran sus vidas delante de Dios, como parte de su exhortación les dijo:”Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29 N.V.I.).
En otras palabras Moisés dijo:”Ustedes preocúpense de ser obedientes a Dios y ¡Dejen a Dios, ser Dios!” ¿Por qué? La respuesta es por que “SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS…”
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”