¡Dejémonos Pasteurizar!

Al famoso químico  Louis Pasteur (1822-1895), se lo conoce como el descubridor de las vacunas en  contra de ciertos virus como el que produce, la rabia, el cólera en los pollos y  gallinas, la erisipela en el cerdo, el ántrax, etc. Asimismo, se le atribuye a  Pasteur la implementación de la esterilización en los instrumentos médicos,  quirúrgicos y de laboratorio.

Pero por sobre todas  las cosas la celebridad máxima de Pasteur proviene del desarrollo de la técnica  conocida como la “Pasteurización”, término que se originó de su mismo  apellido.

La pasteurización o pasterización, es un proceso térmico en el cual se eleva la temperatura de un  líquido sin que llegue a hervir, con el fin de evitar el proceso de fermentación  o descomposición orgánica y así eliminar o destruir el grueso de los gérmenes y  las bacterias nocivas que pudieran contaminar la salubridad de un producto  comestible.

La pasteurización se convierte a comienzos del Siglo XX, en un proceso de aplicación universal  en la industria alimenticia especialmente en un líquido tan importante para el  desarrollo físico de un niño como lo es la leche.

En la Primera  Epístola del apóstol Pedro, se nos dice que “habiendo purificado  nuestra alma por la obediencia a la verdad, mediante el Espírituhabiendo  sido renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la  palabra de Dios que vive y permanece para siempre…y siendo que hemos  desechado o dejado atrás toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y  todas las detracciones…debemos desear, como niños recién nacidos, la LECHE ESPIRITUAL NO ADULTERADA, PARA QUE POR ELLA PODAMOS CRECER PARA SALVACION.”  (ver 1 Pedro 1:22,23; 2:1,2 )

Pedro, no conocía el proceso que hoy  conocemos como la pasteurización, pero sí conocía que una leche  adulterada o que está contaminada no es buena para el desarrollo saludable  de un niño recién nacido. Asimismo, él nos está diciendo que como Cristianos  podemos crecer para salvación solamente si consumimos la LECHE PURA de la  Palabra de Dios.

Si deseamos beber la LECHE ESPIRITUAL que contiene las Sagradas Escrituras, Dios por medio de  Su Espíritu Santo, aplicará en nuestras vidas el proceso de la PASTEURIZACION  DIVINA y como resultado eliminará de nuestro interior los gérmenes o  bacterias que producen la fermentación y descomposición orgánica que impiden el  desarrollo espiritual y saludable que El anhela ocurra en nuestro corazón.

¡Dejémonos Pasteurizar por  Dios!

Gracia y Paz

Sergio

“Amigo de Jesús”

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