En muchos países occidentales el número 13 tiene una connotación negativa porque es visto como un número de la mala suerte. Los días Martes 13 en España y Latinoamérica y los Viernes 13 en los países anglosajones están considerados días de mala suerte o mal agüero.
En algunos equipos deportivos ningún jugador quiere lucir el dorsal de su camiseta con el número 13 y la mayoría de los hoteles evitan utilizar el piso 13 o habitaciones que tengan esta numeración. En el Tarot la treceava carta es la de la muerte. Asimismo, se dice que una persona padece de triscaidecafobia cuando tiene miedo al número 13.
La superstición sobre el número 13, se cree que se origina en el evento que conocemos en los Evangelios como la Santa Cena, la cual Jesús tuvo por última vez antes de su muerte como celebración de la festividad judía llamada la Pascua. Los participantes de la mencionada cena fueron 13, Jesús y sus 12 discípulos, pero después de la cena Judas, después de entregar a Jesús se ahorcó.
Esta superstición creada por el hombre y relacionada con el número 13 no tiene ningún fundamento válido para los que conocemos la Palabra de Dios; por el contrario uno de los versículos más conocidos de las Sagradas Escrituras es Filipenses 4:13 que dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Pero, mi versículo preferido en relación al tema que estamos exponiendo se encuentra 1 Corintios 13:13.
El capítulo 13 de la Primera Epístola del Apóstol Pablo a los Corintios, me atrevo a decir es el más conocido del Nuevo Testamento, como lo es el Salmo 23 en el Antiguo Testamento. Asimismo, miles de Cristianos han memorizado las palabras de 1 Corintios 13 y miles de novios lo han leído el día de la celebración de sus bodas como lo hicimos mi esposa y yo, cuando nos comprometimos delante de Dios a que nuestro “amor nunca dejaría de ser“.
Si los que organizaron el Canon de la Biblia y clasificaron los libros de las Sagradas Escrituras en capítulos y versículos, hubieran tenido algún fundamento basado en la Palabra de Dios para creer que el número 13 es de mala suerte o de mal agüero, hubieran pasado del12 al 14, al estructurar los capítulos y versículos omitiendo así todo lo relacionado con el número 13; pero no lo hicieron así.
Por la razón arriba mencionada es que encontramos en nuestras Biblias 1 Corintios 13:13, porque lo que para el mundo secular y pagano es una referencia a la mala suerte, para nosotros los Cristianos se ha convertido en una promesa sumamente especial de parte de Dios.
Nunca he tenido ninguna duda de que si Pablo hubiera vivido en la era contemporánea, hubiera ganado el Primer Premio en el Festival Internacional de Literatura y Poesía con lo que escribió en 1 Corintios 13, pero esta no era ni la ambición, ni la visión en la vida del apóstol.
El propósito de Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, era el de simplemente concluir 1 Corintios 13 garantizándonos de parte de Dios que mientras vivamos en este mundo El mantendrá permanente en nuestros corazones “la fe, la esperanza y el amor”.
¡Qué “buena suerte” tenemos los hijos e hijas de Dios, que encontremos en nuestras Biblias mensajes de ánimo como los de 1 Corintios 13:13!
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”