Las palabras inmortales “Ser o No Ser, Esa es la Pregunta” (To Be or Not To Be: That is the Question) son dichas por Hamlet, en el Acto III Escena I, de la magistral obra escrita por el dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare, la cual lleva como título el nombre del personaje central ya mencionado. La verdadera tragedia en la vida de Hamlet se resume en que “era incapaz de ser“.
En el libro de Apocalipsis encontramos a Jesús confrontando a la iglesia de Laodicea diciéndole: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” ( 3:15,16 )
¡Qué tremenda reprensión por parte de Jesús a la iglesia de Laodicea!
William MacDonald escribe: “La iglesia en Laodicea ni era fría ni caliente. Era abominablemente tibia. El Señor hubiese preferido que hubiese sido extremada en su indiferencia o en su celo. Pero no, era lo suficientemente tibia como para engañar a la gente a pensar que era una iglesia de Dios, y tan repugnantemente tibia en las cosas divinas que causaba asco al Altísimo. Además, esta iglesia estaba caracterizada por orgullo, ignorancia, autosuficiencia y complacencia.” ( Comentario al Nuevo Testamento, pág. 1386 )
La iglesia de Laodicea presenta una vívida imagen de la condición espiritual de muchos creyentes en la iglesia universal de los últimos días. El mundo ha influenciado tanto sus vidas que en realidad no podemos distinguir si “son o no son Cristianos”.
Después de una batalla, le trajeron a Alejandro Magno a un joven soldado que había comunicado a su comandante sus intenciones de desertar de su regimiento.
El Emperador, le preguntó al joven cómo se llamaba y éste le respondió:”Alejandro”. Entonces, Alejandro Magno alzando su voz le dijo:”Nadie que es parte de mi ejército puede ser un cobarde y menos llevar mi nombre y seguir viviendo. ¡Decídete!”
El Señor dice lo mismo acerca de Su pueblo: “Si tú eres caliente, yo te puedo usar. Si tú eres frío, yo puedo tratar contigo. Pero si tú eres tibio, nunca estarás lo suficientemente caliente para usarte o lo suficientemente frío como para poder corregirte.” ( Jon Courson’ Application Commentary New Testament pág. 1685 )
La decisión final es nuestra: ¿seguiremos cargando la corona de nuestro orgullo y autosuficiencia, o llevaremos cada día la cruz de Jesús en sumisión y obediencia a Su Voluntad y Palabra?
¿Ser o No Ser? ¡Esa es la pregunta!
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”