Noviembre, 2007
Antisemitismo en filas protestantes:
vivito y coleando por Pablo Santomauro
En Julio de este año cierto sector de la comunidad “evangélica” en los EEUU, remitió una carta al presidente Bush en apoyo a la formación de dos estados como solución al conflicto Palestino-Israelí. La carta fue publicada el domingo 29 de Julio, en el New York Times.*
El texto expresa que debe haber “justicia” para ambas partes en el conflicto. Es obvio que los firmantes ven una equivalencia moral entre las acciones de una nación que busca defenderse (Israel) y un movimiento terrorista cuyo objetivo es la destrucción del Estado de Israel y que no desea la paz. Conviene recordar que para obtener la paz, siempre se necesita que las dos partes deseen la paz.
La carta fue firmada por varios “evangélicos” y activistas urgiendo a Bush a que no cesara en sus intentos por lograr una paz duradera en la región. Los autores del documento expresan que buscan corregir la “impresión errónea” de que todos los evangélicos americanos están en contra de la creación de un estado Palestino.
Según los firmantes, tanto Israel como los palestinos tienen derecho a la tierra de Israel. Ambas partes, dice la carta, han cometido actos de violencia. La esperanza de estos “evangélicos” es que una vez que se haya creado un estado Palestino, la violencia llegará a su fin. Esta posición sólo puede tener origen en una ingenuidad fuera de serie, o de lo contrario, en un antisemitismo arraigado profundamente en estos sectores “evangélicos”.
Entre los firmantes de la carta tenemos a Richard Mouw, presidente del otrora prestigioso seminario Fuller, hoy gravemente infectado por el liberalismo, David Neff, editor de la revista en decadencia Christianity Today, Tony Campolo, fundador y presidente de la “Evangelical Association for the Promotion of Education”, y Richard Stearns, presidente de World Vision, así como varios rectores y profesores de diferentes seminarios alrededor de la nación.
¿Por qué parece haber tanta desinformación sobre el conflicto del Medio Oriente? ¿Cuál es la razón por la cual la política israelí es criticada desde todos los ángulos? La raíz del problema está en el antisemitismo legendario que se prolonga hasta hoy y parece adquirir más fuerza con el tiempo, confirmando la profecía bíblica al preparar el escenario para la persecución final de Israel por parte del anticristo.
Sucede que el antisemitismo no proviene sólo de los árabes, aunque en realidad ellos juegan un importante papel en la campaña anti-Israel. El gobierno de los EEUU es responsable de practicar un modo parcial de difamación del pueblo judío y la tierra prometida. El Departamento de Estado ha criticado, acusado y denigrado invariablemente al gobierno de Israel. Cierto, también lo ha apoyado, y hasta hace poco parecía ser su aliado incondicional, pero las cosas van cambiando desde que aún el presidente apoya la creación de un estado palestino.
¿Y las religiones? La mayoría de ellas están contra Israel. Los católicos quieren que Jerusalén sea una ciudad internacional y se ponen del lado de los que ellos piensan que son “cristianos árabes”. El catolicismo y el antisemitismo forman una coalición que ha sido tradición por casi mil años.
También tenemos a los protestantes liberales, muchos de los cuales firmaron la carta al presidente Bush. Los pujantes obispos de la Iglesia Metodista Unida, por ejemplo, han emitido comunicados condenando al pueblo de nuestro Señor y la tierra que El nunca dejó durante su ministerio.
Los presbiterianos liberales, ciertos sectores luteranos, etc., todos tienen sus problemas con Israel, y en forma ignorante piensan que algunos palestinos son realmente cristianos y que los judíos son enemigos del cristianismo.
Este antisemitismo puede ser justificado en base a pura ignorancia y discriminación, pero en ciertos lugares donde se enseña el Dispensacionalismo Progresivo y la Teología del Reemplazo, tal excusa no sirve.
El Dispensacionalismo Progresivo ha infectado el Moody Bible Institute, el Dallas Theological Seminary, y varios facultativos propulsan la doctrina en el Talbot Seminary, el Biola College, en Dallas Baptist University y otras instituciones que en el pasado eran bíblicamente confiables. Un número de organizaciones evangélicas también se han vuelto contra Israel.
¿Qué es el Dispensacionalismo Progresivo? Es una doctrina que sostiene que no habrá un reino futuro terrenal. Promueve la idea de que el Israel moderno es obra de los hombres, no de Dios. Rechaza, además, el concepto del pacto de Dios con un Israel en incredulidad como en el día de hoy. A pesar de la clara visión profética de los huesos secos y un sin número de otros pasajes bíblicos, el Dispensacionalismo Progresivo exige que Israel sea una nación de creyentes antes de aceptarla como una nación reagrupada por la mano de Dios.
Sumado a lo anterior, los adeptos a la teoría adhieren a la distorsionada idea de que Israel oprime a los palestinos. Han tragado el anzuelo, la carnada y la boya de antisemitismo que los medios de comunicación divulgan en contra de Israel.
Según los Dispensacionalismo Progresivo, Jesús ya está en el trono de David. La distinción entre la Iglesia e Israel es intencionalmente disipada por sus proponentes. La doctrina avanza aceleradamente en dirección hacia el amilenismo, el cual niega el rapto pretribulacionista, el milenio, la importancia del Israel moderno y prácticamente toda enseñanza profética en la Biblia.
Pero volviendo al caso de los seminarios otrora baluartes del cristianismo verdadero, que ahora ya no enseñan la pronta venida de Cristo, se puede entender el por qué. Después de todo, en el caso del Dallas Seminary, que tiene por delante un proyecto masivo de construcción de edificios, es muy difícil convencer a donantes potenciales para que den grandes sumas de dinero si se enseña que el regreso de Jesús está cerca.
El Moody Bible Institute tiene ahora su propio banco, el Moody Bank. En realidad no se pueden vender notas o conseguir inversiones a largo plazo si los inversionistas están convencidos de que estamos cerca del fin del mundo. Después de todo, ¿para qué es un seminario, sino para construir edificios, fundar bancos y hacer dinero?
Tanto los seminarios que promueven el Dispensacionalismo Progresivo abiertamente, como aquellos que permiten a ciertos profesores negar el Dispensacionalismo tradicional, han sucumbido ante el mundo de los negocios. En su afán de producir ganancias han invitado a profesores seculares y liberales a dar cursos no relacionados con el cristianismo, a los efectos de expander su campo de acreditación.
Por la plata baila el mono, dice el refrán. Yo supongo que Jesús trataría con estos seminarios como lo hizo con los cambistas en el templo.@@@
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* http://www.esa-online.org/Display.asp?Page=LettertoPresident