El título de este artículo y del previo ¡Demos Gracias a Dios Siempre! fue inspirado en un mismo versículo de las Sagradas Escrituras que textualmente dice: “Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre” (Efesios 5:20, Nueva Biblia De Los Hispanos).
Anteriormente, el apóstol Pablo nos había invitado a “examinar qué es lo que agrada al Señor” (vs.10). Ahora, unos párrafos más adelante nos exhorta a que “demos siempre gracias a Dios por todo”. Entonces, es obvio afirmar que a nuestro Dios, el Padre; le agrada que tengamos un espíritu y una actitud de agradecimiento hacia su persona.
La palabra en su lenguaje original involucra una “acción de gracias o de gratitud” como un acto y/o una expresión de adoración a Dios.
Asumo que ninguno de nosotros tiene algún problema en aceptar que como Cristianos debemos estar agradecidos a Dios por ser nuestro Padre, nuestro Creador y nuestro Salvador; pero, aquí está el detalle que debemos comprender y aceptar, el apóstol nos exhorta a que “demos siempre gracias a Dios por todo”.
Pablo, nos hace el mismo desafío en 1 Tesalonicenses 5:18: “DEN GRACIAS EN TODO…”.
¿Entiendes tú la plenitud de lo que significa “dar siempre gracias a Dios por todo”?
¡Qué fácil es ser agradecidos con Dios, cuando El nos concede las peticiones de nuestro corazón, cuando pasamos por tiempos de abundancia y cuando las situaciones de la vida nos llenan de felicidad!
Pero, ¡Qué ilógico es dar gracias a Dios, cuando atravesamos tiempos de dificultad, aflicción y adversidad!
¿Es esto lo que en realidad espera Dios de nosotros?
Intencionalmente, dejé inconclusa la cita mencionada anteriormente, la cual dice: “DEN GRACIAS EN TODO…PORQUE ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA USTEDES EN CRISTO JESUS”.
Se cuenta la historia de que a Matthew Henry, el famoso comentarista y expositor Bíblico, en cierta ocasión le robaron su billetera. Al preguntarle cómo se sentía por el incidente ocurrido, él respondió: “Permítanme estar agradecido; primero, porque ese hombre nunca me robó antes; segundo, porque, aunque me quitó la billetera, no me quitó la vida; tercero, porque, aunque se llevó todo lo que poseía, no era mucho; y cuarto, porque yo fui el robado, no quien robó”.
¿Entiendes ahora, lo que significa “dar siempre gracias a Dios por todo”?
Podría escribir innumerables historias de hombres y mujeres que aprendieron a adorar a Dios en acción de gracias en tiempos en que no podían ver “ninguna luz, en medio de la oscuridad del túnel de sus vidas”; pero, oro para que el Espíritu Santo te ayude a discernir el mensaje de Efesios 5:20 y de 1 Tesalonicenses en las palabras precisas de C.S.Lewis: “ DEBEMOS DAR GRACIAS POR TODO LO QUE NOS SUCEDA: SI ES “BUENO”, PORQUE ES “BUENO”; SI ES “MALO”, PORQUE NOS ENSEÑA PACIENCIA, HUMILDAD, EL DESPRECIO A ESTE MUNDO, Y LA ESPERANZA DE NUESTRA PATRIA EN EL CIELO”. ¡Amén!