El Ataque del Islam a la Cruz de Cristo
Pablo Santomauro
“Y por haber dicho: «Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Alá», siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, dudan. No tienen conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero, ciertamente no le mataron, sino que Alá lo elevó a Sí. Alá es poderoso, sabio.”
Corán 4:157-58
Cuando los musulmanes dicen que creen en Jesús, lejos están de creer en el Jesús que presenta la Biblia. El Jesús del islam no es el Hijo de Dios [1], fue simplemente un mensajero de Dios como tantos otros profetas [2], fue inferior a Mahoma [3], no murió en una cruz por los pecados del mundo sino que fue elevado al cielo directamente [4], volverá en el final de los tiempos a “romper la cruz”, matar a los “cerdos” (los cristianos que no acepten el islam) y desmentir que él es Dios [5], y finalmente morirá y los musulmanes harán la oración fúnebre sobre él [6]. Más adelante, Jesús resucitará como todo ser humano en el día de la Resurrección [7].
Los musulmanes barajan varias especulaciones cuando se trata de determinar quién fue la persona que colgó en la cruz, ya que ésta no fue la persona de Jesucristo. Atraídos por teorías sustitucionales anti-cristianas de siglos anteriores al surgimiento del islam, algunos dicen que Cristo fue sustituído en la cruz por otro personaje. Basílides el gnóstico, ya en el siglo segundo pergenió la idea de que Jesucristo cambió su forma por la de Simón de Cirene, y fue este último el que fue crucificado [8]. Un siglo más tarde, Manes de Persia, surge con otra brillante idea; de acuerdo con él, el que estuvo en la cruz fue el hijo de la viuda de Naín, al que Jesucristo le devolvió la vida [9].
Extrayendo de la misma veta, muchos musulmanes propagan la noción de que el que murió en la cruz fue Judas, o en su defecto, Simón de Cirene. Otros musulmanes desvarían con la posibilidad de que Jesucristo sólo perdió el conocimiento en la cruz y más tarde fue revivido. Al Tabari, un conocido historiador muslime, comenta que Wahab B. Munabih, en los años setecientos, propagó la idea de que lo que estuvo en la cruz fue una forma con apariencia humana, no una persona [10]. Trescientos años más tarde, Talabi avanza la idea de que la apariencia de Jesús fue transferida a Judas, y éste fue el crucificado. Jesús, luego de tres horas, fue transportado al cielo [11]. Para apoyar esta idea, muchos musulmanes citan el Evangelio de Bernabé, un libro apócrifo islámico en español cuyo origen los expertos han fechado en el siglo 16, cualificándolo como un evangelio espurio de estilo islamizado [12].
Partiendo de la falsa premisa de que Jesucristo no murió en la cruz, los apologistas musulmanes continúan desarrollando todo tipo de razonamiento fallido para demostrar que así fue. De esta forma son culpables de usar un razonamiento circular, o sea, partir del mismo concepto que desean establecer con la conclusión. Lo lamentable en todo esto, es que pretenden usar la Biblia para “probar” que los cristianos estamos equivocados, y lo hacen en forma deshonesta. En una website islámica nos encontramos con el siguiente razonamiento:
“¿ HA MUERTO JESUS SOBRE LA CRUZ?”
“La Muerte de Jesús sobre la cruz y su resurrección después de tres días y tres noches es la base de la religión cristiana, la que se derrumba con la invalidez de estos principios.”
” Y si cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. ” (1 Corintios 15:14)
“Antes de explicar el tema de la crucifixión como pretenden los cristianos, debemos saber cómo resucitan los muertos según la biblia?”
” Pero dirá alguno: ¿ cómo resucitaran los muertos? con qué cuerpo vendrán? ” ( 1 Corintios 15:35)
“Encontramos la respuesta en la biblia :
” Se siembra en deshonra, resucitará en gloria, se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. ”
(1 Corintios 15:43-44)
“Así se revela según la biblia que los muertos resucitarán con espíritu eternos y no con cuerpos mortales.” [13]
Más adelante, el apologista del islam cita pasajes como Lucas 24:38-40 y 24:41-43, donde el texto describe a Cristo diciendo que él no es un espíritu, sino que tiene carne y huesos, y relata también que Cristo comió junto con los discípulos. Continúa diciendo la página islámica:
“Nos preguntamos: ¿ Por qué Jesús hizo todo este comportamiento? El quería demostrarles que no era espíritu, sino era un cuerpo con carne y huesos, tangible, y que puede comer al contrario del espíritu. Todo esto indica que Jesús no murió sobre la cruz, sino aún estaba vivo. Porque si hubiera muerto habría resucitado con un cuerpo espiritual y no con un cuerpo lleno de vida con carne y huesos. Porque la resurrección según la biblia es con el espíritu y no con el cuerpo (ver: 1 Corintios 15:43-44).” [14]
El autor del trabajo parte de la premisa de que los muertos resucitarán como espíritu y no con cuerpos físicos de carne y huesos. Ignorando olímpicamente todo el contexto bíblico en cuanto a la resurrección, y violando toda regla de hermenéutica existente, el autor supone que “cuerpo espiritual” es un cuerpo inmaterial, invisible, que no se ve ni se palpa, un espíritu. Por lo tanto, deduce que Jesucristo, de haber resucitado sería un espíritu, y no tendría carne y huesos como él mismo lo manifestó, ni tampoco hubiera podido comer, porque los espíritus no comen. Conclusión: Jesucristo no murió, y en consecuencia, no resucitó.
¿Enseña el pasaje de 1 Corintios 15:43-44 que el cuerpo de la resurrección será de carácter etéreo, inmaterial, o intangible?
Si estudiamos el contexto, veremos que el apóstol Pablo está señalando el contraste que existe entre el cuerpo que ahora tenemos y el que tendremos en la resurrección. Veamos el contraste en los siquientes versos:
43. debilidad / poder
47. terrenal / celestial
50. corrupción / incorrupción
44. animal / espiritual
Es evidente que el verso 44 destaca el contraste entre carnal y espiritual, no entre físico e inmaterial. Esto es confirmado por el verso 50: “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” Observe el lector que el pasaje no dice que es necesario que lo visible se haga invisible, o que lo material se haga inmaterial, ni que lo corpóreo se haga incorpóreo.
Algunos eruditos dicen acertadamente que la palabra “espiritual” debe ser traducida “sobrenatural.” La palabra en griego en el v. 44 es “neumátikos.” Es la misma palabra que se usa en 1 Corintios 10: 3-4, donde Pablo hablando de sus antepasados en el desierto, dice que comieron el alimento espiritual (referencia al maná) y bebieron la bebida espiritual (referencia al agua).
A pesar de que se les adjudica el adjetivo “espiritual” a ambos, tanto el maná como el agua eran materiales, no eran invisibles. El origen era espiritual, pero los elementos eran palpables.
En 1 Corintios 2:14-15, se habla del hombre natural y el hombre espiritual: “El hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios porque para él son locura … pero el espiritual juzga todas las cosas …”
Cuando decimos que tal persona es muy espiritual, ¿significa que es invisible? ¡No! Lo que estamos diciendo es que la vida de esta persona es una vida controlada e impregnada con el poder del Espíritu Santo, guiada, dominada por el Espíritu. En otras palabras, la persona vive en sujeción a la voluntad y el plan de Dios en su vida.
La resurrección de Cristo fue corporal, no inmaterial, y así será la nuestra. Es por ello que Romanos 8:23 dice que estamos esperando la redención de nuestro cuerpo. La aserción de Pablo, quién también escribió 1 Corintios, sería ridícula si la resurrección no fuera corporal.
Finalmente, digamos que si leemos el capítulo 15 de 1 Corintios en su totalidad, veremos que los corintios tenían el mismo problema que hoy tienen los musulmanes. Tenían problemas con el concepto de resurrección corporal, y Pablo les responde diciendo que hay una continuidad entre el cuerpo presente y el de la resurrección, como hay una continuidad entre la semilla y la planta que nace, ambas son materiales (vv 35-38).
Pablo usa una poderosa ilustración, y nos dice que nosotros todos resucitaremos en forma corporal, como Cristo lo hizo. Por eso le llama a Cristo “primicias” (vv. 20,23), el resto de la cosecha será igual. Todos los que han nacido de nuevo, todos los cristianos, resucitaremos corporalmente con un cuerpo material glorificado. Jesús mismo dijo que él resucitaría en forma corporal (Juan 2:18-21).
Este cuerpo glorificado tiene la facultad de comer (Luc. 24:41,42), ser palpado (Luc. 24:39), transportarse instantáneamente de un lado a otro, como también de una dimensión a otra (Hch. 1:9), atravesar paredes (Juan 20:19), hacerse visible e invisible a voluntad (Luc. 24:31), etc., pero siempre sigue siendo un cuerpo (Luc. 24:39). Estamos frente a un cuerpo sobrenatural, pero no inmaterial. ¿Acaso cuando Cristo caminó sobre las aguas lo hizo en un cuerpo inmaterial? ¿El hecho de que Pedro caminó por un tiempo sobre las aguas significa que era un espíritu? El Espíritu del Señor arrebató a Felipe y en un instante lo puso en Azoto (Hch. 8:39-40). ¿Era Felipe un espíritu? La respuesta a todas estas preguntas es ¡NO!
Como vemos, el pasaje citado por los musulmanes es totalmente inválido para apoyar el delirio de que Jesús no murió en la cruz.
Otra incoherencia en el planteamiento del artículo de la página islámica, donde la trampa de su deshonestidad intelectual queda en evidencia, es que al insistir que el cuerpo de la resurrección será incorpóreo, contradicen todo lo que el Corán expresa con respecto a la vida en el paraíso.
Son varios los pasajes del Corán que describen algunas de las características de esa vida en la eternidad, i.e., vida después de la resurrección. Las suras 2:25; 4:57; 65:11, etc., nos describen el jardín eterno, las esposas “purificadas”, los frutos, los arroyos de agua, de leche, de miel y de vino. Difícilmente algo que pueda disfrutarse con un cuerpo invisible.
Tomemos como ejemplo la sura 44:51-59, una descripción del paraíso tomada del Corán publicado por Tahrike Tarsile Qu’ran, Inc., Elmhurst, New York, versión en español, p. 573. En este pasaje se describe la clase de “compañía” femenina que tendrán los hombres en el paraíso. La aleya 54 expresa: “Y les daremos huríes de grandes ojos.” Al pie de la misma página encontramos una descripción de lo que son las huríes: “Las huríes son doncellas del paraíso, libres de defectos físicos y morales, de ojos cuyo negro iris contrasta fuertemente con el blanco que lo rodea.”
Profundizando un poco más, el mismo Corán nos rinde más información sobre el paraíso y sus placeres:
@ Las huríes serán vírgenes, no tocadas hasta entonces por hombre ni genio, de recatado mirar, buenas, bellas …” Corán 55:46-78
@ En el paraíso habrá jóvenes criados de eterna juventud, vino que no dará dolor de cabeza ni embriagará. Corán 56:17,19
@ “… nosotros [Alá] las hemos formado [a las huríes] de manera especial y hecho vírgenes … de una misma edad, afectuosas …” Corán 56: 35-37
@ “Serán de túrgidos senos, de una misma edad …” Corán 78:33
Análisis: Es obvio que en el paraíso sexualmente orientado del islam, la forma física y corporal juega un rol preponderante marcado por la presencia de huríes con bellos ojos, voluptuosos senos, vírgenes, etc. Después de todo, va a ser muy difícil acariciar los túrgidos senos si uno no tiene unas túrgidas manos. A su vez, la ausencia de dolores de cabeza provocados por el exceso de vino sería algo vano de resaltar si uno no tiene cabeza. Queda en evidencia, de esta forma, ya sea la mentira del apologista islámico, o en su defecto, la falta de conocimiento que exhibe acerca de su propio libro sagrado. No estamos aquí afirmando la legitimidad del Corán, sino la insensatez de los autores del mensaje en la página islámica, quienes en su desesperación por atacar la cruz de Cristo no dudan en contradecir sus propias creencias.
Un segundo argumento manejado por la página en cuestión es el siguiente (hemos citado el pasaje textualmente sin corregir los errores ortográficos, gramaticales y sintácticos):
“EL MILAGRO DE JESUS:
Los fariseos estaban pediendo a Jesús una señal para asegurarse de que Jesús era un verdadero Profeta de Dios, dijeron:
” Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adultera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del Profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches , así estará el hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. ” (S. Mateo 12:38-40)
El profeta Jonás estaba viviendo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, también estaba viviendo cuando lo expulsó el gran pez a la costa. Ese es el milagro de Jonás en el cual creen los judíos, cristianos y musulmanes, las tres religiones creen en que Jonás estaba viviendo tres días y tres noches en el vientre del gran pez.
Y yo hago a nuestros amigos cristianos una sencilla pregunta:
¿ Si Jesús hubiera sido {muerto} como pretenden en el corazón de la tierra tres días y tres noches, su señal sería como lo de Jonás estaba {vivo} en el vientre del gran pez tres días y tres noches ?
La respuesta es : NO.
La verdad es que la señal de Jesús sólo puede ser igual a la de Jonás porque al igual que estuvo Jonás {vivo} en el vientre del gran pez, también Jesús estuvo {vivo} en el corazón de la tierra (la cueva) porque Dios le salvó de la muerte sobre la cruz al igual que salvó a Jonás de la muerte.
Entonces Jesús no murió sobre la cruz.
CONCLUSIÓN DE LA PRIMERA PARTE:
Entonces estamos ante dos vías:
@O bien la señal de Jesús no es como la de Jonás: cuando los cristianos pretenden que Jesús estuvo {muerto} en el corazón de la tierra, en cambio Jonás estuvo {vivo} en el vientre del gran pez.
@ O bien Jesús no murió sobre la cruz (como creen los musulmanes), de esta forma su señal será semejante a la de Jonás.
Refutación
El argumento fue creado, o al menos popularizado, por Ahmed Deedat, en 1976. Este hombre dedicó gran parte de su vida a atacar la Biblia y la fe cristiana viciosamente con argumentos nada académicos. Tal fue así, que el gobierno australiano tuvo que poner un alto a sus excesos amenazándolo con la deportación. Deedat sufrió un ataque cerebral en 1996, en el cual perdió el habla y la movilidad. Muere en agosto del 2005, habiendo vivido los últimos nueve años de su vida discapacitado. Los autores de la página de islamenlínea.com no tuvieron la cortesía de darle crédito por el argumento de la “señal del profeta Jonás.”
Puesto en forma sistemática, el argumento se propone de la siguiente forma:
1. Jesucristo dijo que la única señal que los judíos recibirían de que él era el Mesías, sería la del profeta Jonás. Como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del Hombre estaría en el corazón de la tierra tres días y tres noches (Mat. 12:39-40).
2. Es aceptado generalmente que Jonás estuvo en el vientre del gran pez por tres días durante los cuales permaneció vivo, hasta que finalmente el pez lo vomitó en la playa.
3. Como Jesucristo estableció el paralelismo con Jonás, es lógico concluir que Jesucristo, al igual que Jonás, estuvo vivo durante el tiempo que permaneció en la tumba.
La hipótesis de Deedat implica que Jesús fue bajado vivo de la cruz y fue revivido en la tumba, de la cual salió para luego presentarse a los discípulos. En realidad, en este sentido, Deedat no presenta nada nuevo. La teoría del “desmayo” o de “la muerte aparente” de Jesús en la cruz, fue propuesta por Karl Bahrdt y Karl Venturini en el siglo 18. La teoría fue pulverizada y puesta en ridículo por David Strauss y otros racionalistas en el siglo 19. Téngase en cuenta que los que refutaron la teoría fueron en principio, gente que no creía en la resurrección de Cristo; esto por sí solo, es contundente. No es nuestro objetivo expander en estos argumentos, ni en los aspectos clínico-médicos que prueban más allá de toda duda que Jesucristo sí murió en la crucifixión, sino más bien denunciar el manejo espurio y deshonesto de la Biblia por parte de los apologistas musulmanes, así como las incoherencias y contradicciones en su razonamiento. Una razón por la cual hemos considerado necesario refutar estos reclamos es porque ya hay una infinidad de páginas islámicas que lo manejan como si fuera un argumento irrebatible.
Análisis:
1. La hipótesis de Deedat propone que Cristo fue crucificado, por ende contradice el propio Corán, el cual dice que Cristo NO fue crucificado. Corán 4:157 – “Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Alá, siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así.” (énfasis nuestro).
2. Concentrándose únicamente en la “señal de Jonás”, el argumento conlleva en sí la falacia de la evidencia parcial. No toma en cuenta la multitud de elementos de prueba por la muerte de Jesucristo, no solamente aquellos registrados en la Biblia, sino los documentos y testimonios históricos extra-bíblicos.
3. El propio Jesucristo anunció su muerte a manos de los líderes de la nación en varias ocasiones — Mateo 15:21; 17:22-23; 20:17-19. Los anuncios son corroborados por los otros tres evangelistas: Marcos 8:31; 10: 33-34; Lucas 9:22; 18:31; Juan 12:30-33.
4. Su muerte, resurrección, y el lapso de tiempo entre ambas es anunciado también en Juan 2: 18-22:
“Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”
5. Al ignorar la evidencia anterior, los apologistas del islam hacen de Jesucristo un mentiroso y un falso profeta. Esto es muy significativo porque ellos se llenan la boca al decir que creen en Jesús como uno de los profetas de Dios. ¿Cómo pueden decir que Jesús fue un profeta si lo exponen como un individuo con una seria deficiencia moral? ¿Miente un profeta de Dios? La única salida que tienen es decir que el Nuevo Testamento fue alterado. Al hacer eso chocan de frente contra la erudición que atesta por la integridad textual del Nuevo Testamento. Además, tendrían la responsabilidad de explicar por qué ciertos textos de la Biblia son aceptados por ellos y otros no, o sea, qué base académica tienen para seleccionar los textos que son legítimos y los que han sido alterados o interpolados. No pueden hacerlo.
6. ¿Y qué hay respecto a la señal de Jonás? ¿Están en lo correcto los que dicen que como Jonás no murió, Jesucristo tampoco? Es obvio que el Señor Deedat, así como las páginas islámicas que repiten su argumento, carecen del conocimiento necesario para interpretar la Biblia. Jonás es considerado por los eruditos como una tipología de Cristo. Un “tipo” (símbolo o figura) es una impresión, un objeto o un suceso en el Antiguo Testamento que anuncia, señala o representa la venida del Mesías, Su persona y/o su obra. Una tipología no es una réplica exacta. Existen similitudes, pero no se trata de una copia. Jesucristo simplemente establece en Mateo 12:39-40, que la experiencia de tres días de Jonás, sería representativa de lo que sucedería con él, específicamente su muerte y su resurrección en tres días. El paralelismo que exigen los apologistas islámicos (que como Jonás se mantuvo con vida dentro del gran pez, Jesús de igual manera se mantuvo vivo en la tumba) no es sugerido por Cristo, ni es exigido por la figura literaria utilizada (tipología).
7. Otros ejemplos para mostrar que una tipología no es una representación exacta de una persona, objeto o evento, los encontramos en:
i. Adán – tipología de Cristo (Rom. 5:14). De acuerdo con el razonamiento musulmán, Cristo tendría que haber pecado, ya que Adán pecó.
ii. El cordero de Pascua – tipología de Cristo (1 Cor. 5:7). De acuerdo con el razonamiento musulmán, Cristo tendría que haber tenido cuatro extremidades inferiores y su cuerpo cubierto de lana.
iii. La escalera de Jacob – tipología de Cristo (Juan 1:51). De acuerdo con los apologistas musulmanes Jesucristo era bien alto, sus pies en la tierra y sus manos tocaban el cielo, y tenía apariencia de escalera.
Es obvio que las tipologías no son réplicas exactas de las personas o eventos hacia los cuales señalan, aunque las similitudes pueden ser notables. Claramente, la señal de Jonás para los habitantes de Nínive fue prácticamente haber vuelto de la muerte luego de tres días, y es comprensible que así les haya parecido cuando vieron con sus propios ojos a Jonás recién salido del pez, una escena no apta para cardíacos. La similitud con Cristo, quien volvió de las garras de la muerte luego de un período semejante, es patente. Hablando de semejante, eso es lo que los tipos y antetipos tienen en común, una semejanza, no una imitación perfecta, pero también tienen diferencias. Así como el apóstol Pablo enseña la similitud entre Adán y Cristo en Romanos 5, su pluma se apresura a establecer la superioridad de Cristo. Del mismo modo, Cristo dice, luego de proclamar la señal que sería dada a los fariseos y escribas, que “mucho más que Jonás” estaba frente a ellos (Mat. 12:41-42).
Anotaciones finales
No existen dudas de que los enemigos del cristianismo, de todo tipo y color, consideran la doctrina de la resurrección de Cristo el principal pilar para derribar. Es la doctrina más atacada por las falsas religiones, entre ellas, el islam. ¿Por qué? La respuesta la encontramos en 1 Corintios 15:14: “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.” Si la resurrección de Cristo (y su muerte en la cruz) no ocurrió, el calvario no sirvió para nada, la historia de la crucifixión es una mentira y no hubo victoria sobre la muerte. Jesús no es Hijo de Dios y la Biblia es una mentira, ya que dice que Jesucristo ha sido declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos (Rom. 1:4). Los apologistas musulmanes saben a qué le tiran cuando publican una cantidad enorme de material atacando la Biblia y distorsionando la historia misma. El objetivo es debilitar la fe del cristiano, y en un segundo flanco, plantar dudas en aquellos que pueden estar contemplando la conversión a Cristo.
Gracias a Dios, podemos decir con confianza que la resurrección de Jesucristo es el hecho sobrenatural mejor atestado de la historia; todo intento por desacreditarlo ha fracasado catastróficamente, de la misma forma que fallan las estratagemas de los apologistas del islam.
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Referencias:
1. Corán 4:169; 5:19; 5:72, 73; 7:112; 9:30; 10:68; 17:111; 43:19 etc.
2. Corán 19:30; 43:19.
3. Corán 33:40; “El profeta dice: Cada mensajero fue enviado a su propia nación, yo fui enviado a toda la humanidad.” Al Bujarí, “Jihad”, p.122. cit. http://www.islamanswers.net/Prophets/Muhammad.htm
4. Corán 4:157-58.
5. Al Bujarí (2222); Muslim (155).
6. Saheeh by al-Albaani in al-Silsilah al-Saheehah (2182).
7. Corán 22:5-7; 50:11-19, y por inferencia todos los pasajes del Corán que hablan de la Resurrección y el Juicio Final.
8. Lightfoot, J. B., The Apostolic Fathers, p. 156 ff, cit. www.ankerberg.org/Articles/theological-dictionary/TD0304W1.htm
9. www.ankerberg.org/Articles/theological-dictionary/TD0304W1.htm
10. A. A. Abdul-Haqq, Sharing Your Faith with a Muslim, pp. 133-36, cit. ibid.
11. F. F. Bruce, Jesus and Christian Origins outside the New Testament, p. 179, cit. ibid. of http://answering-islam.org/Barnabas/saleeb.html
12. Longsdale and Luara Ragg, The Gospel of Barnabas (Oxford: Clarendon Press, 1907), xxxvii, J. Jomier, Egypte: Reflexions sur la Recontre al-Azhar (Vatican au Caire, avil 1978), cited by Slomp, 104, cit. http://answering-islam.org/Barnabas/saleeb.html
13. http://www.islamenlinea.com/relig-comparadas/cruci1.html
14. Ibid.