Los Tratados Chick
Lo que todo cristiano evangélico debe saber
Pablo Santomauro
Los tratados Chick son historietas en formato de mini-revistas producidas por Jack T. Chick (J.T.C.) y su editorial, Chick Publications. Muchas de estas tiras cómicas presentan situaciones que bien pueden darse en la vida real de las personas que no tienen un conocimiento de Cristo como su Salvador personal. Como parte de su material, en el final de sus historias, Chick presenta el verdadero evangelio bíblico. Cristo ciertamente murió por nuestros pecados, y es únicamente por medio de la fe en él que la persona puede ser salva. Ningún método, sistema de obras, ceremonia, sacramento, o membresía de una iglesia, lleva a la vida eterna. Este es claramente el mensaje transmitido sobre el final de los tratados Chick.
La otra cara de las historietas Chick
El slogan de Chick Publications en su página de internet dice: “Publicando literatura evangélica por más de 40 años”. Pero eso no es todo lo que publican. Lamentablemente, todo el bien que se hace por un lado, es neutralizado por el rostro oscuro de las publicaciones Chick. Me refiero a la obsesión del autor por teorías conspirativas e historias carentes de pruebas legítimas, así como una marcada fijación con el mundo de los demonios. La paranoia desplegada en algunos tratados y otras historietas tamaño normal, revela una cosmovisión cristiana trastornada, enloda el nombre de Cristo, y cierne duda y reproche sobre el protestantismo en general. El ejemplo más claro de lo que venimos diciendo lo encontramos en las historias de Alberto Rivera, un supuesto ex-sacerdote jesuita convertido al protestantismo, promovidas por Jack Chick desde el decenio de 1970.
¿Quién fue Alberto Rivera? ¿Cuál fue su mensaje?
Su historia va así: nació en España, fue internado en un seminario jesuita desde los siete años de edad y preparado para el sacerdocio. Sus instructores le enseñaron cómo infiltrar iglesias protestantes y promover el movimiento ecuménico. En sus misiones como espía del Vaticano, Alberto Rivera reclamó haber destruido iglesias y pastores/líderes alrededor del mundo, incluyendo un seminario evangélico en Costa Rica. Mediante recursos tales como sembrar división de diversas formas y usar jóvenes y jovencitas agentes del Vaticano para seducir a pastores, directores y profesores/as de seminarios evangélicos, las iglesias se dividían o cesaban de existir, y los pastores renunciaban debido a los escándalos. Estas maniobras sediciosas por parte de los agentes del Vaticano aun continúan en el presente, según Rivera. Cuando estos métodos no tienen éxito en derrumbar la integridad de los líderes protestantes, el Vaticano recurre a medios más directos como la muerte accidental de la víctima, ya sea en un accidente automovilístico, o por medio de una enfermera que desconecta el tanque de oxígeno, confunde las medicinas intravenosas, o envenena la comida del paciente. A veces todo se soluciona con una bala o un cuchillo, y en el mejor de los casos la víctima es forzosamente suministrada con drogas alterantes de la mente para que termine sus días en un manicomio. Todo esto puede ser leído en línea en la página oficial de Chick Publications bajo el título de “Alberto”, http://www.chick.com/es/reading/comics/0312/albertoindex.asp
Felizmente, continúa la historia, el señor Rivera vio la luz. Se convirtió a Cristo y comenzó a denunciar a Roma, lo cual le costó ser secuestrado por los jesuitas que lo interrogaron en medio de horrendas torturas para que renunciara a su nueva fe. Finalmente, sin una explicación clara, fue liberado y viajó a los EEUU donde vivió hasta 1997 (año de su deceso), denunciando las actividades de Roma y viviendo siempre con temor de su vida debido a que sufrió varios atentados de los que por alguna razón no existen registros ni testigos (me imagino que el Vaticano borró los registros y eliminó a los testigos).
¿Es verdad toda esta historia?
¡No! Tanto la revista Christianity Today {1} como su similar Cornerstone {2}, hace ya años investigaron y denunciaron a Alberto Rivera como lo que fue, un verdadero fraude. Rivera nunca fue un sacerdote de la iglesia católica y nunca presentó pruebas de sus reclamos y su biografía. Pero el fraude va más allá de una simple mentira. La intensa investigación de las revistas antes mencionadas dejó al descubierto su extenso prontuario policial. Entre sus actividades delictivas encontramos: giro de cheques sin fondo, una formación académica falsa con documentos apócrifos, promoción de inversiones fraudulentas, dos órdenes de arresto por robo de una tarjeta de crédito y por uso indebido de un auto sin autorización respectivamente, y colección de fondos para un monasterio en España que nunca llegaron a su destino. Sumado a esto tenemos historias de su “conversión” al “verdadero cristianismo” contradictorias en cuanto a fechas y lugares, relaciones con varias mujeres (legales e ilegales), abuso de esposas e hijos, solicitación de fondos para diferentes proyectos inexistentes, etc., etc.{3} Confrontado por Cornerstone, Rivera se negó a una entrevista, no sin antes declarar que los delitos cometidos antes de su conversión fueron cometidos bajo las órdenes de la iglesia católica, y los posteriores a su conversión son invenciones de conspiradores.{4} Obviamente, Rivera ha creado un sistema de defensa paranoide y risible, de todo le echa la culpa a los conspiradores jesuitas.
El mundo fascinante de Jack Chick y Alberto Rivera
Si el lector está sentado, aquí van algunas afirmaciones hechas por Alberto Rivera y apoyadas por Jack Chick:
El verdadero poder del Vaticano no es ostentado por el Papa, sino por un individuo al que se le llama el Papa negro, no por el color de la piel sino porque se viste de negro.{5}
El Vaticano guarda en un supercomputador los nombres de todos los miembros de iglesias protestantes para ser usados en una futura persecución.{6}
La iglesia católica convenció a Mahoma en el siglo sexto para que creara la religión del islam con el fin de utilizarla como arma contra los judíos y conquistar Jerusalén para el Papa.{7}
Los jesuitas provocaron la Guerra Civil Americana, apoyaron al Sur (los Confederados) contra el Norte (la Unión). Cuando el Sur fue derrotado, los jesuitas arreglaron la muerte de Abraham Lincoln.{8} Más adelante crearon el Ku Klux Klan.{9}
Los jesuitas crearon el comunismo con la esperanza de que en el futuro cercano fuera el nuevo brazo fuerte del Vaticano.{10} Roma instigó la revolución bolchevique y el asesinato de la familia del Zar.{11}
Los nazis cometieron el holocausto de la 2da. Guerra Mundial bajo el control del Vaticano en un intento de eliminar a los judíos y los herejes.{12} Hitler, Mussolini y Franco fueron apoyados por el Vaticano con el propósito de establecer un gobierno mundial como precursor del “Reino Milenial” bajo el Papa Pío XII. {13}
Roma, a través de los jesuitas, controla la banca internacional, la mafia, los masones, el movimiento de la Nueva Era, los Illuminati, etc. {14}
Los jesuitas crearon los Testigos de Jehová, el mormonismo, la Ciencia Cristiana, y otros grupos sectarios. {15}
El Papa Juan Pablo II era un comunista.{16} El tramó el ficticio atentado contra su vida en 1981 a los efectos de presionar al Islam para que inicie relaciones con el Vaticano, ya que el supuesto asesino era un musulmán. {17}
Estos son sólo algunos de los reclamos sensacionalistas e incomprobables en la literatura distribuida por Chick Publications. La mentes febriles y esquizoides de Jack Chick, Alberto Rivera y otros, han urdido estas historias tan aberrantes como irreales, al punto de que la Iglesia Reformada, Zondervan Publishers, y el Directorio de Escuela Dominical de los Bautistas del Sur, así como un gran número de librerías, decidieron retirar los materiales de Chick Publications de sus estantes y bibliotecas.{18} Por supuesto, como había de esperarse, Chick respondió diciendo que los dueños de las librerías cristianas habían sido presionados por agentes católicos para que retiraran el material de Alberto de sus tiendas.
¿Por qué alertar a los cristianos evangélicos aun hoy?
A pesar de que Chick Publications y Alberto Rivera han sido denunciados como fraudes ya hace muchos años, la editorial sigue vendiendo los tratados y otros materiales activamente. Aun las nuevas generaciones de misioneros. evangelistas laicos y pastores siguen adquiriendo el material de Jack Chick alrededor del mundo.
La literatura de Chick, lejos de ser una herramienta evangelística adecuada como la editorial reclama, constituye un serio obstáculo de la labor misionera y la presentación del evangelio, especialmente cuando se trata de alcanzar a los católicos. En primer lugar, las acusaciones contra la iglesia católica son tan inverosímiles y descabelladas que cualquier otro punto válido que se presente en las caricaturas, es neutralizado por falta de credibilidad.
Segundo, por medio de varios ministerios apologéticos la iglesia católica ha prevenido ampliamente a sus congregantes sobre el material de Chick, denunciándolo como sensacionalista y no verídico en las historias que promueve (lo que es cierto). Cualquier católico con un mínimo de conocimiento va a rechazar los tratados no bien sepa su procedencia.
Tercero, los tratados y otra literatura de Chick referente al catolicismo están cargados de una agresividad contraproducente que crea una actitud defensiva de parte del católico promedio. Si bien existen en la teología católica doctrinas radicalmente antibíblicas que justifican una refutación vehemente de parte del cristianismo bíblico, esa vehemencia no debe ser demostrada con el católico común, cuyo nivel de conocimiento es muy reducido. El punto es que la metodología denunciante y el debate teológico se deben hacer a otro nivel – no a nivel de la calle con tratados desafiantes que empujan al católico a afirmarse aun más en su ignorancia . Ejemplo de esto es un tratado de Chick titulado “¿Son Cristianos los Católicos?” Es un buen tema para ser tratado entre protestantes, algo de “entrecasa”, pero presentar un tratado con ese título a un católico demuestra una falta de sensibilidad tal que cierra la puerta para presentar a Cristo. Es también una falta de sabiduría preocupante.
Cuarto, las falsas historias de Alberto Rivera y su siniestro carácter moral conceden a la iglesia católica la oportunidad de erigirse en una víctima de los ataques de los protestantes “deshonestos”. En otras palabras, Publicaciones Chick le da a la iglesia católica una base moral superior que en realidad no posee, y le brinda la ventaja de desprestigiar al protestantismo en general. Claro que si deseamos ser sarcásticos, podríamos decir que tanto Jack Chick como Alberto Rivera pueden ser agentes jesuitas plantados por el Vaticano para destruir la credibilidad de los protestantes.
Ironías aparte, digamos para concluir, que es obvio que los cristianos con discernimiento y con verdadero amor por la predicación del evangelio y las almas deben prescindir totalmente del material de Chick Publications. Estos causan más daño que bien a la causa de nuestro Señor Jesucristo. @
NOTAS
1. Gary Metz, “Jack Chick’s Anti-Catholic Alberto Comic Book Is Exposed as a Fraud,” Christianity Today, March 13, 1981.
2. Gary Metz, “Alberto Rivera’s False Anti-Catholic Story,” Cornerstone www.cornerstonemag.com/pages/show_page.asp?228).
3. Ibid.
4. Ibid.
5. Alberto, http://www.chick.com/es/reading/comics/0312/albertoindex.asp
6. Ibid.
7. The Storyteller
http://www.chick.com/reading/tracts/0062/0062_01.asp
8. The poor pope? ; La Gran Traición, 53-59.
9. Los Padrinos (The Godfathers), 31.
10. Ibid, 12.
11. Ibid, 13.
12. Holocaust, http://www.chick.com/reading/tracts/0054/0054_01.asp
13. Ibid.
14. Los Cuatro Jinetes (The Four Horsemen), 30.
15. La Fuerza (The Force), 25.
16. El Profeta (The Prophet), 25.
17. The Storyteller
http://www.chick.com/reading/tracts/0062/0062_01.asp
18. “Booksellers’ Group May Expel Chick,” Christianity Today, October 23, 1981,62 & www.cornerstonemag.com/pages/show_page.asp?228)