¡NADA Me FALTARA!

En el capítulo 9 del Evangelio  de Lucas encontramos el relato de la ocasión cuando Jesús reunió “a sus doce  discípulos y los envió a predicar el reino de Dios…Y les dijo: No toméis NADA  para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas.”  (Vs.1-3).

Un capítulo siguiente, el “médico  amado” nos informa que “designó el Señor también a otros setenta, a  quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él  había de ir.” Asimismo, a éste grupo Jesús les dio una orden similar a la  que le había dado a los doce: “No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado“.  (Lucas 10:1, 4)

Después de haber pasado un  tiempo de haberse cumplido la misión encomendada, un día Jesús les preguntó: “Cuando  os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os FALTO algo? Ellos dijeron:  ¡NADA!” (Lucas 22:35)

La confesión de los discípulos  de que no les había FALTADO NADA, comprobó que Jesús tampoco les había  contado ningún cuento de hadas aquel día que sentados en el monte frente al Mar  de Galilea les había enseñado: “No se preocupen por su vida, qué comerán o  qué beberán; ni por su cuerpo qué vestirán…Miren las aves del cielo, que no  siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, el Padre celestial  las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas?…Y por la ropa, ¿por  qué se preocupan? Observen cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni  hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de  ellos. Y si Dios así viste la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al  horno, ¿no hará El mucho más por ustedes, hombres de poca fe? Por tanto, no se  preocupen, diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿qué beberemos? o ¿con qué nos vestiremos?  Porque los Gentiles (los paganos) buscan ansiosamente todas estas cosas; que el  Padre celestial sabe que ustedes necesitan…Pero busquen primero Su reino y Su  justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por tanto, no se preocupen por  el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a  cada día sus propios problemas.” (Mateo 6:25-34; Nueva Biblia De Los  Hispanos)

A pesar de que Jesús otorgó a  sus discípulos “poder (para) predicar el reino de Dios y autoridad  sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades” (Lucas 9:1, 2); también  les ordenó como sus representantes a mantener una vida sencilla, así como El se  los había demostrado con el ejemplo de su propia vida. Los doce, debían confiar  que Su Padre celestial, les proveería diariamente para sus necesidades  materiales.

Y lo mismo que Dios hizo en  favor de los doce; también lo hizo por Pablo quien exhortó a los Filipenses:  “Por NADA estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de  Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” Asimismo, les  garantizó: “Mi Dios, pues suplirá TODO LO QUE OS FALTA, conforme a sus  riquezas en Gloria en Cristo Jesús. (4: 6, 19)

¡Qué diferente es el “evangelio”  que predican los “EvangeLISTOS” en estos días; explotando la ignorancia  de las multitudes con el fin de que les llenen sus alforjas (cuentas  bancarias) para que ellos y sus secuaces puedan vivir el estilo de vida similar  al de los magnates de este mundo o al de las estrellas del mundo artístico!

No creo que cuando David  escribió: “Jehová es mi pastor; NADA ME FALTARA” (Salmo 23:1); él tenía  en su mente dentro de la expresión NADA ME FALTARA, que en nuestro mundo  contemporáneo el Señor tendría un grupo de discípulos de una clase especial o de  la “HIGH LIFE”, que habitarían en mansiones lujosas, que conducirían  autos extravagantes, que se hospedarían en suites o penthouses, que volarían en  jets propios o privados, que adornarían los dedos de su manos con anillos de  diamantes, que vestirían trajes de reyes y príncipes, etc.

En la Palabra, no hay ninguna  justificación para que estos pseudo-maestros se crean dignos de merecer una vida  de elitismo y extravagancia y menos haciéndolo en el nombre de Aquel que dijo: “Las  zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre  no tiene dónde recostar la cabeza”. (Lucas 9:58)

¿Qué es lo que David estaba  tratando de trasmitirnos?

Me gusta la respuesta que el  comentarista Matthew Henry da a la pregunta que he expuesto:

“Por ser Jehová su pastor,  infiere David que no le ha de faltar ninguna cosa que sea realmente necesaria  para él. También David fue pastor en su juventud. Sabía, pues, por  experiencia la preocupación y el afecto que un buen pastor siente hacia su  rebaño. Al considerar David que Jehová es su pastor, bien pudo decir con toda  confianza: “NADA ME FALTARA”, es decir, “de nada careceré”. Si no  tenemos algo que desearíamos tener, podemos concluir o que nos es dañino o que  lo tendremos a su debido tiempo”.

Unos Salmos más adelante  encontramos al mismo David diciéndonos: “Temed a Jehová, vosotros sus santos,  pues NADA FALTA a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;  pero los que buscan a Jehová NO TENDRAN FALTA DE NINGUN BIEN”. (Salmo 34:9,  10)

Gracia y Paz

Sergio

Amigo de Jesús

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