En el Evangelio de Juan encontramos a nuestro Señor Jesús presentándose a si mismo de diferentes maneras: “Yo soy el agua” (cap.4), “Yo soy la luz” (cap. 8), “Yo soy la puerta” (cap. 10), “Yo soy la resurrección y la vida” (cap.11), “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (cap.14) “Yo soy la vid verdadera” (cap. 15).
En el capítulo 10 del mismo evangelio, leemos también que Jesús usó otra metáfora para referirse a su persona: “YO SOY EL BUEN PASTOR” (vs.11, 14); palabras que automáticamente llevan a nuestra mente al salmo por excelencia y el más conocido de las Sagradas Escrituras, el Salmo 23.
Unos artículos antes, específicamente en “Pastor & Príncipe”; leímos que David fue llamado por Dios mientras apacentaba las ovejas de su padre Isaí (1 Samuel 16, Salmo 78).
Me puedo imaginar que las primeras palabras del Salmo 23, “Yahwéh Raá” que en el idioma hebreo significan “Jehová es mi pastor“, el Espíritu Santo las puso en el corazón de aquel joven en un día normal de trabajo, quizás mientras se tomaba un descanso y en el cual tuvo la oportunidad de meditar de sus responsabilidades como pastor del rebaño que su padre había puesto a su cuidado.
Y asumo, que en el atardecer de aquel día, después de haber regresado a su casa y de haber cenado con su familia, recostado en su lecho y a la luz de una lámpara, la pluma de David fue movida nuevamente por inspiración divina con el propósito de plasmar por escrito todo lo que Dios era para su vida, comenzando con la imagen sencilla pero muy representativa de un pastor.
David no fue la primera persona que usó la metáfora de un pastor para referirse a Dios, sino Jacob en el momento de bendecir a José y a sus nietos Efraín y Manasés, antes de su muerte. El relato que encontramos en el libro de Génesis nos dice que cuando Israel bendijo a José le dijo: “El Dios delante de quien anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido MI PASTOR toda mi vida hasta este día…bendiga a estos muchachos; y viva en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y crezcan para ser multitud en medio de la tierra.” (48:15,16)
Pero, no existe ninguna duda que ninguna otra persona de la Biblia se apoderó de esta personalización de Dios como lo hizo David al decir: “Yahwéh Raá“.
El predicador inglés F.B. Meyer (1847-1929) refiriéndose a lo que expresó David en el Salmo 23 escribió: “El TIENE CORAZON DE PASTOR, el cual late con el puro y generoso amor que no consideró ni su propia sangre demasiado preciosa como precio a pagar por nuestro rescate. TIENE OJO DE PASTOR, que mira el rebaño completo y no olvida ni siquiera a la pobre oveja que se extravía en las frías montañas. TIENE FIDELIDAD DE PASTOR, que nunca fallará ni nos abandonará, no nos dejará sin Consuelo ni saldrá huyendo cuando venga el lobo. TIENE FORTALEZA DE PASTOR, por lo que es perfectamente capaz de librarnos de la boca del león o de las garras del oso. TIENE LA TERNURA DEL PASTOR; no hay cordero tan pequeño que El no lo cargue, ni santo tan débil que El no lo guíe amorosamente; no hay alma tan débil que El no le pueda dar descanso…Su bondad es maravillosa.”
Hace varios años atrás concluí una conferencia de varones con los mismos “Yo soy” que escribí en la introducción de este artículo e hice a la audiencia la pregunta siguiente: “Si Ustedes en verdad creen todo lo que Jesús dijo que “es” porque el verbo siempre estará en tiempo presente, entonces ¿Que más estamos buscando recibir de nuestro Padre celestial que no lo encontramos en Su Hijo, para experimentar una vida de victoria en victoria?
NO IMPORTA SI MI CAMINO DE PRONTO SE OSCURECE
PUES UNA LUZ DIVINA MI SENDA ALUMBRARA…
UNA LLAMA VIVIENTE ANTE MI RESPLANDECE
PORQUE: “JEHOVA ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARA”
NO IMPORTA SI MI BARCA NO LLEGA A LA OTRA ORILLA
O SI LAS OTRAS LLEGAN Y YO ME QUEDO ATRAS…
PUES AUNQUE NAVEGUE DESPACIO MI BARQUILLA
“JEHOVA ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARA”
NO IMPORTA SI MIS DIAS SE TORNAN TURBULENTOS
PORQUE UN RAYO DE LUZ MIS PASOS GUIARA
A TRAVEZ DE LA LLUVIA, DE LA NIEVE O DEL VIENTO
PORQUE…”JEHOVA ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARA”
NO IMPORTA SI LA LUZ DEL SOL A MI NO LLEGA
PORQUE UNA LUZ DIVINA SU LUZ ME BRINDARA
Y NO TEMO ANDAR POR MI CAMINO A CIEGAS
PORQUE…”JEHOVA ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARA”
QUIEN SABE SI UNA NOCHE POR ALGUN DESATINO
ALGUNA PESADILLA A MIS SUEÑOS VENDRA…
PERO…PARA MI…NO SERA UN TORBELLINO
PORQUE…POR CADA RECODO DEL CAMINO
“JEHOVA ES MI PASTOR Y NADA ME FALTARA”
Autor: Félix Pagés-Romeo
¡YAHWEH RAA!
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”