Carácter versus Carisma – Parte 1

Ninguna de las dos palabras “carisma” o “carácter”, aparecen en los idiomas originales con que fueron escritos los libros de las Sagradas Escrituras.

La pregunta que me gustaría abordar en éste artículo es: ¿Qué tipo de hombre, de acuerdo a los personajes más conocidos que aparecen en la Biblia, cree el lector que Dios está más propenso a usar; el hombre que tiene “carisma” o el hombre que tiene “carácter”?

¿Le ayudaría si le diera algunos nombres del Antiguo Testamento?

¿Cree Usted que Noé, fue escogido por Dios, por su “carisma” o carácter”? ¿Cree Usted que Dios escogió a Abraham, Isaac, Jacob y a José, porque eran personas de “carisma” o de “carácter”? ¿Qué me dice de Moisés, Josué y David? ¿Qué tal de los profetas Elías, Samuel, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y Nehemías, por mencionar a alguno de ellos?

¿Está listo para dar su respuesta? ¿Necesita unos ejemplos más? ¡Ningún problema!

Entonces, saltemos los cuatrocientos años que hubo entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.

La primera pregunta que me gustaría hacerle es: ¿escogió Dios a José y María para ser los padres de Su Hijo aquí en la tierra porque eran personas que tenían “carisma” o porque eran personas de “carácter”?

¿Se acuerda de Juan el Bautista que “vestido de pelo de camello, un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre”; predicando en el desierto de Judea “arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:1-4)

¿Escogió Dios a Juan el Bautista, por ser una persona “carismática” o porque era un hombre de “carácter”?

¿No me diga que todavía no se le “prendió la lamparita o el foquito”? ¿Necesita unos nombres adicionales? ¡No se preocupe!

Pedro, Santiago, Juan y el resto de la pandilla de discípulos, ¿fueron elegidos por Jesús, por ser personas “carismáticas” u hombres de “carácter”?

¿Será que Jesús escogió a Pablo, por ser una persona que tenía “carisma” o por su “carácter”?

¿Cuando Pablo decidió dejar a Timoteo en Efeso y enviar a Tito a Creta; lo hizo basado en que eran hombres “carismáticos” o porque eran hombres de “carácter”?

Después de la lista de nombres que le he presentado, ¿tiene Usted ahora una respuesta?

Si pudiera hacer una encuesta en la iglesia que Dios me llamó a establecer y en la cual estamos sirviendo en el presente; estoy seguro que un gran porcentaje de la congregación me daría la siguiente respuesta: “Un pastor o una persona que ocupa una posición de liderazgo en un ministerio, tienen que tener las dos cosas “carisma” y “carácter”.

Pero, ¿será que Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Elías, Samuel, David, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, José, María, Juan el Bautista, Pedro, Santiago, Juan, el resto de los discípulos, Pablo, Timoteo y Tito; me darían la misma respuesta?

La conclusión a la que he arribado después de una investigación seria, es la de que: ¡NO LO CREO!     

Un solo artículo, no será suficiente para explicar la razón por la cual he hecho la afirmación escrita en la oración previa; debido a que Usted se merece que de mi parte le presente evidencias que comprueben que Dios nunca escogió a ninguna persona para servirle basado en su “carisma” sino en su “carácter”.

Debido a que como lo establecimos en el comienzo mismo de este artículo ninguna de las dos palabras aparecen en la Biblia, ya sea en la Reina Valera Versión Revisada 1960, o en las diferentes versiones que poseo; la definición secular debería ser suficiente para un lector con cierto grado de discernimiento espiritual y que toma decisiones basado siempre en la perspectiva de Dios de ver las cosas y no del hombre.

La palabra “carisma” deriva del idioma griego jarisma y literalmente significa “don, regalo, presente” y la definición es: “la habilidad, capacidad o el don natural que tiene una persona para atraer, fascinar o influir” a los demás por su presencia, su palabra o su personalidad

La Biblia, no tiene ningún versículo que enseñe que los hombres nacemos con “dones naturales”; por el contrario las Sagradas Escrituras enseñan “acerca de los DONES ESPIRITUALES…” y que “el mismo Espíritu Santo, REPARTE A CADA UNO EN PARTICULAR COMO EL QUIERE” (1 Corintios 12:1, 11)

Asimismo, en todas las listas de los “dones espirituales” que aparecen en las epístolas de Pablo, en ninguna de ellas aparece el “don del carisma”. (Romanos 12; 1 Corintios 12, Efesios 4).

La mayoría de los psicólogos concuerdan que las personas “carismáticas” tienen una especie de “magnetismo, química o ángel” que los ayuda a “persuadir a otras personas a aceptar y creer que lo que están hablando es verdad; porque se dejan llevar por quién lo dice, sin analizar qué es lo que se dice

¿Recuerda el lector, cómo es que nuestros primeros padres cuando vivían en el Jardín del Edén, abrieron la puerta que los llevó a entrar en el camino de la desobediencia y de la muerte?

Primeramente, Eva se dejó “atraer” a entrar en un diálogo con Satanás que había tomado la forma de una “serpiente astuta” (Génesis 3:1). Luego se dejó “influir” por la propuesta de que “no morirían” (3:4) y finalmente se dejó “fascinar” por el padre de la mentira de que llegaría a “ser como Dios” (3:5).

La respuesta de Adán a Dios, claramente nos dice cuál fue el resultado final: “La serpiente me engañó, y yo comí” (3:13)

¿Qué es lo que ocurrió con Adán y Eva?

Nada diferente de lo que ocurre con nosotros cuando optamos por oír la voz de Satanás y nos dejamos llevar por su “magnetismo, química, ángel” o diciéndolo en una sola palabra: su “carisma”.

Los psicólogos Vladimir y María Gessen, en su página Web Psicología Para Todos en un artículo titulado Carisma nos hacen la siguiente advertencia: “Una persona carismática puede caerle bien a la gente que confían en ella y aceptan y defienden sus propuestas radicalmente. NO OBSTANTE POSEER CARISMA NO SIGNIFICA POR ELLO SER BUENA PERSONA, YA QUE MUCHOS DICTADORES Y DÉSPOTAS CRUELES Y SANGUINARIOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA HAN SIDO CARISMÁTICOS.”

¿Está ya la balanza del lector, ahora un poco más del lado de la conclusión de un servidor?

Por el momento, concluyo con las palabras de un gran hombre de Dios: “He sido llamado a vivir en una relación perfecta con Dios, PARA QUE MI VIDA PRODUZCA UN ANHELO DE DIOS EN OTRAS VIDAS, NO LA ADMIRACIÓN A MI PROPIA PERSONA” (Oswald Chambers, En Pos De Lo Supremo, 2 de Diciembre, Pág. 337)

(Continuará)

Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”

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