Septiembre 2008
La Trinidad: ¿Un Dogma de Errores y Contradicciones? Respuesta a Julio César Clavijo
Pablo Santomauro
El escritor unicitario Julio César Clavijo acaba de publicar en febrero de este año, su nuevo libro en línea titulado La Trinidad: un Dogma de Errores y Contradicciones (http://www.pentecostalesdelnombre.com/trini.pdf). Previamente a la introducción de su obra, Clavijo aclara a los lectores que el libro en cuestión ha sido escrito específicamente para refutar varios trabajos míos que critican la doctrina unicitaria. Hemos considerado necesario comentar sobre el contenido de la introducción del libro, ya que la misma está plagada de desaciertos e información errónea. Una vez que alcancemos a entender que tan distorsionado es el material en el comienzo del libro, no podremos evitar leer el resto del libro con cierta dosis de sano escepticismo. Leamos ahora del material del libro:
INTRODUCCION
El Centro de Investigaciones Religiosas – CIR de Montebello California, Estados Unidos, es una entidad religiosa que promueve la adoración al dios trino, con lo cual se desvía por completo del conocimiento del Dios verdadero que presenta la Santa Escritura. La Biblia afirma claramente que hay un solo Dios, pero jamás se pronuncia sobre un misterio de personas en la Deidad. El CIR, ha publicado una serie de artículos escritos por Pablo Santomauro, en los que ataca la sana doctrina apostólica y presenta una caricatura superficial de la Iglesia del nombre de Jesucristo. Dichos artículos están atestados de calumnias, burlas mal intencionadas e información falsa contra los pentecostales apostólicos, en la que se nos llama con todo tipo de sobrenombres despectivos, tales como “Solo Jesús”, “modalistas”, sabelianistas”, “unicitarios”, etc. La gravedad de los errores presentes en esos artículos, pone en duda la integridad y la honradez de esos trabajos.
El primer error que Clavijo comete, y pensamos que sin mala intención, es expresar que los artículos de mi autoría son endorsados por el Centro de Investigaciones Religiosas. Esto no es cierto, ya que la página oficial de dicho ministerio no contiene ninguno de mis artículos en el tema (defensadelafe.org). En correspondencia directa con Clavijo, le solicité que eliminara la mención al Centro de Investigaciones Religiosas (CIR) de su libro, cosa a la que Clavijo asintió. A pesar de que el 13 de febrero del corriente Clavijo prometió corregir el error, siete meses más tarde aun no existen los cambios prometidos.
Clavijo, por otra parte, se manifiesta ofendido por los nombres con los que se conoce a su movimiento, los cuales son detallados en mis trabajos: “modalistas, sabelianistas, unicitarios, “sólo Jesus”, etc”. Lejos de ser despectivos, como los llama Clavijo, estos nombres tienen su origen en:
1) la doctrina predicada por ellos respecto a la naturaleza de Dios (modalismo)
2) el máximo exponente de tal doctrina en la antigüedad (Sabelio)
3) la forma en que muchos exponentes prefieren ser llamados (unicitarios)
4) el marcado énfasis de los Pentecostales Unicitarios en el bautismo en el “nombre de Jesús” solamente (“sólo Jesús”).
Una explicación detallada de lo anterior escapa al alcance de este artículo.
Clavijo continúa escribiendo:
En la serie de artículos titulado: “Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios Contra la Doctrina de la Trinidad”, Pablo Santomauro afirma que la finalidad de su trabajo es contestar 26 contradicciones del trinitarismo, que fueron expuestas en forma de preguntas en el capítulo 11 del libro “La Unicidad de Dios”, del escritor pentecostal apostólico David K. Bernard. Sin embargo, antes de proceder a pronunciarse sobre esas preguntas, Pablo Santomauro denigra de David K. Bernard y declara falsamente que el hermano Bernard ya no es miembro de la Iglesia Pentecostal Unida Internacional (una de tantas organizaciones del nombre de Jesús que existen actualmente). Es tan fácil demostrar que el hermano David K. Bernard es en la actualidad miembro de la Iglesia Pentecostal Unida Internacional, con lo que Pablo Santomauro queda desenmascarado como un testigo falso y su testimonio contra los pentecostales apostólicos como nada digno de credibilidad. (énfasis nuestro)
Recordemos que Clavijo también pone en duda “la integridad y honradez” de un servidor basado en “los errores presentes en estos artículos”, como dijo anteriormente. Lo cierto es que a través de su libro, Clavijo sólo menciona un error nuestro, y lo hace en la introducción de su obra. Mi error fue expresar que David K. Bernard, el autor del libro La Unicidad de Dios, ya no pertenecía a la Iglesia Pentecostal Unida, la mayor denominación unicitaria en la actualidad. Lamentablemente, mis fuentes no fueron precisas en tal tema. Lo expresado fue un error y en forma correspondiente yo envíe comunicados a las diferentes páginas para que se corrigiera el error. Clavijo fue avisado de mi proceder inmediatamente.
Basado en este error mío sobre Bernard, Clavijo expresa que “Pablo Santomauro queda desenmascarado como un testigo falso y su testimonio contra los pentecostales apostólicos como nada digno de credibilidad”. De un plumazo, Clavijo expresa aquí que todo lo que yo escribo es falso. Al respecto considero necesario remarcar que yo, como humano, cometo errores al igual que cualquier otro, pero haber cometido tal equivocación acerca de David K. Bernard no significa lógicamente que todo lo que yo digo es incorrecto, o en su defecto, una mentira. Si esto fuera cierto, significaría que todo lo que Clavijo dice también es una mentira. ¿Por qué? Porque él ha cometido varios errores.
Encontramos uno de ellos en la misma introducción de su libro, donde Clavijo escribe:
“Pablo Santomauro tergiversa nuestra doctrina, al afirmar que nuestro argumento es que Dios es una sola persona y que esa persona es el Padre, cuando lo que nosotros hemos afirmado (de acuerdo con la Santa Escritura) es que Dios es Espíritu (Juan 44:24). Nosotros jamás llamamos a Dios persona, pues la Biblia jamás se refiere a Dios de esa manera. Llamar persona a Dios, es menospreciarlo y limitarlo y demostrar por completo el desconocimiento bíblico.” (énfasis nuestro).
Es obvio que Clavijo basa su argumento en una definición limitada de la palabra “persona”. El error está en pensar que “persona” siempre se refiere a “ser humano”. Afortunadamente, unicitarios de renombre y con más sentido no están de acuerdo con Clavijo. Robert Sabin, un prominente escritor y teólogo del movimiento unicitario escribe:
“Hebrews 1:3 tells us Jesus Christ is the express image [NIV states “exact representation] of his [God’s] person. God is a person, an individual, an identity, a unique being.” (http://www.whoisjesus.com/manJesus.html) (énfasis nuestro)
Traducción:
“Hebreos 1:3 nos dice que Jesucristo es la imagen expresa [la versión NIV declara “representación exacta] de la persona de [Dios]. Dios es una persona, un individuo, una identidad, un ser único.” (énfasis nuestro)
A su vez, una página de la Iglesia Pentecostal Unida, iglesia que Clavijo reconoce como “una de las tantas organizaciones del nombre de Jesús que existen actualmente”, en sus artículos de fe trae lo siguiente:
Hebrews 1:3 refers to Jesus as “the express image of [God’s] person“. No wonder Jesus could say “he that hath seen me hath seen the Father” (John 14:9)
(http://www.altupc.com/altupc/articles/apostdoc.htm)
Traducción:
Hebreos 1:3 se refiere a Jesús como “la expresa imagen de la persona de Dios”. No es sorpresa que Jesús pudiera decir “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. (resaltado nuestro)
Un tercer ejemplo: el mismo David K. Bernard de quien Clavijo es admirador, en su debate con Gene Cook, expresa apenas a un minuto de haber comenzado su exposición introductoria:
The Godhead is not a substance . The Godhead is a person“. (http://www.deeperlifebookstore.org/AuthorPages/DavidBernard.htm)
Traducción:
La Deidad no es una sustancia. La Deidad es una persona.
Si los comentarios de Clavijo acerca de que ellos jamás han llamado a Dios “una persona” son correctos, se deduce que Robert Sabin, David K. Bernard y la página de la IPU (Iglesia Pentecostal Unida) están:
1) enseñando algo que contradice a Clavijo.
2) enseñando algo contrario a lo que dice la Biblia (ya que “la Biblia jamás se refiere a Dios de esa manera”, como dice Clavijo).
O como expresa Clavijo respecto a la teología trinitaria y sus expositores:
3) “menospreciando” a Dios.
4) “limitando” a Dios.
5) “demostrando” por completo su ignorancia bíblica.
¿Quién está en lo correcto? ¿Clavijo, Sabin, Bernard, la página de la UPC? ¿Es Dios una persona o no es una persona? ¿Es éste un error de Clavijo, o una mentira? Contrario a lo que Clavijo opina, es obvio que algunos en el movimiento unicitario admiten que Dios es una persona. ¿Es Clavijo un falso testigo? ¿Ha quedado Clavijo desenmascarado como un falso testigo y su testimonio contra la Trinidad como nada digno de credibilidad?¿Significa esto que todo lo que dice Clavijo de aquí en adelante es falso? ¡Por supuesto que no! Todos cometemos errores, somos humanos. La verdad es que Robert Sabin, David Bernard y otros unicitarios bien preparados admiten que Dios es un ser personal, y que en cierto sentido, Dios es una persona. Clavijo, en este aspecto, está totalmente equivocado.
Clavijo me acusa, además, de proferir calumnias contra los unicitarios, y precisamente eso es lo que él hace al llamarme mentiroso. Clavijo me debe una disculpa al respecto.
Retomamos el discurso de Clavijo:
Pablo Santomauro dice que nuestro argumento es que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una misma persona, cuando lo que hemos repetido hasta la saciedad y conforme a la Santa Escritura, es que existe un solo Dios (Deuteronomio 6:4, Isaías 43;10-11, Santiago 2:19). Ese único Dios posee varios títulos que enfatizan ya sea una cualidad de Dios o alguna de las maneras que él ha utilizado para interactuar con el hombre. Por ejemplo, Dios es llamado el Eterno, en razón de que él existe desde siempre y hasta siempre; es llamado Señor, en razón de que él domina sobre todo; y es llamado el Omnipotente, en razón de que él ostenta todo el poder, etc. De igual forma es llamado el Padre, en razón de que él es el Creador y el Sustentador de todo cuanto existe; es llamado el Espíritu Santo, porque Dios es Espíritu y es Santo; y es llamado Hijo de Dios, porque Dios fue manifestando en carne y al igual que sus hijos participó de carne y de sangre (Hebreos 2:14-1PRIVATE “TYPE=PICT;ALT=Cool”. Todas las veces que nosotros hablamos del Hijo de Dios, evocamos que Dios fue manifestado en carne (Isaías 9:6, Mateo 1:23, 1Timoteo 3:16).
En pocas palabras, el Padre, el Hijo (con ciertas cualificaciones) y el Espíritu Santo son la misma persona, o si no les gusta, son el mismo ser, o el mismo Dios actuando con diferentes máscaras, disfraces o títulos. ¿Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? En este caso terminamos siempre con la idea de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son la misma persona, 360 grados redonditos.
Escribe Clavijo:
Pablo Santomauro dice que la posición de los pentecostales del nombre de Jesucristo, es la de un Dios que se ha puesto de manera sucesiva ciertas máscaras o disfraces teatrales para actuar sucesivamente durante la historia, primero como Padre, luego como Hijo y finalmente como Espíritu, de tal manera que el Espíritu es la modalidad en la cual Dios opera en el presente. Así, Pablo Santomauro demuestra que no conoce a la Iglesia Pentecostal del Nombre de Jesús, y que lo único que hace es repetir los mismos errores, mentiras y desinformación que los teólogos católico-romanos levantaron contra los cristianos apostólicos que vivieron durante la edad media, al desfigurar su verdadera posición teológica llamándolos con el apodo de modalistas.
Clavijo le podrá llamar “apodo” a la cualificación de “modalista” y la considera como una ofensa, pero lo cierto es que él debe ponerse a tono con David K. Bernard, una persona (¿Le podré llamar persona?) a quien Clavijo reconoce como una autoridad en la materia. Bernard escribe en su libro La Unicidad de Dios: “Basically, modalism is the same as the modern doctrine of Oneness” (The Oneness of God, p. 318). Traducción: Básicamente, modalismo es lo mismo que la doctrina moderna de la Unicidad.
Queda en evidencia que el que no conoce “la verdadera posición teológica” de su propio movimiento, es Julio César Clavijo.
Escribe Clavijo:
Cuando la Iglesia Católica Romana se impuso como la religión oficial del imperio, esta inició una persecución contra todos aquellos que se opusieran al dogma de la trinidad, catalogando sus creencias como herejías y destruyendo todos sus escritos; razón por la cual, en los días actuales no contamos con el pensamiento de primera mano de aquellos “modalistas”, sino que la información que obtenemos acerca de ellos, proviene de escritores católico-romanos que estaban en abierta oposición contra los mismos.
Este párrafo de Clavijo trasluce algo ya evidente de su mentalidad exclusivista. La fobia de Clavijo hacia el término “modalista” se reafirma una vez más en el hecho de que escribe la palabra entre comillas. Clavijo aborrece que sus creencias sean identificadas con personajes del pasado que fueron los primeros que expusieron la misma herejía que hoy los unicitarios como Clavijo siguen proclamando con platillos y trombones. Hay otros pasajes en sus escritos, donde Clavijo intenta desprenderse del pasado aduciendo que nadie puede saber a ciencia cierta lo que los modalistas del segundo y tercer siglo enseñaban. Clavijo sostiene esto basado en que la mayoría de las ideas de estos modalistas deben ser deducidas de los escritos de sus opositores, ya que sus trabajos se perdieron. Sin embargo, David K. Bernard, a quien Clavijo cita repetidamente, no piensa de la misma manera. Veamos lo que Bernard expresa sobre el tema:
Indudablemente, la doctrina de los modalistas fue mal interpretada, tergiversada, y torcida en el proceso. Es imposible, por lo tanto, hallar una descripción precisa de las creencias de un cierto modalista. Sin embargo, juntando diversas declaraciones acerca de estos varios hombres, es posible llegar a una comprensión bastante buena del modalismo …….Básicamente, entonces, el monarquianismo modalista enseñaba que Dios no tiene ninguna distinción de número sino solamente de nombre o de modo. El término Hijo se refiere a la encarnación. Esto significa que el Hijo no es una naturaleza eterna, sino que es un modo de la actividad de Dios hecho especialmente con el propósito de la salvación de la humanidad. No hay un Hijo preexistente, pero uno puede hablar del Cristo preexistente puesto que el Espíritu de Cristo es Dios mismo. El Logos se ve como algo que se refiere a la actividad de Dios. Entonces, Jesús es el verbo o la actividad del Padre vestido en carne. Al igual que el Logos, el l Espíritu Santo no es un ser distinto. El término Espíritu Santo describe lo que Dios es, y se refiere al poder de Dios y a su acción en el mundo. Entonces, los términos Logos y Espíritu Santo se refieren a Dios mismo, en modos específicos de actividad. El efecto del monarquianismo modalista es el de reafirmar el concepto del Antiguo Testamento de un Dios indivisible que puede manifestarse y se manifiesta a sí mismo y a su poder en muchas maneras diversas. Además, Jesucristo se identifica como el único Dios que se ha manifestado a sí mismo por medio de la encarnación en un cuerpo humano. Así entonces, el modalismo reconoce la Deidad plena de Jesús, mucho más de lo que la reconoce el trinitarismo, lo cual es exactamente lo que los modalistas decían. La plenitud y la perfección de Dios están en Jesús. En resumen, el monarquianismo modalista puede ser definido como la creencia de que Padre, Hijo, y Espíritu Santo son manifestaciones de un solo Dios sin posibles distinciones de personas. Además, el único Dios se expresa completamente en la persona de Jesucristo. (énfasis nuestro)
[David K. Bernard, La Unicidad de Dios, Capítulo 10,
http://pentecostalesdelnombre.com/x/index.php?option=com_content&task=view&id=104]
Según Bernard, sí es posible tener una buena idea de lo que los primeros modalistas pensaban. Como vemos, es imposible para Clavijo cortar el cordón umbilical con los herejes modalistas del pasado. También es imposible para él deshacerse del calificativo de modalista. El desafío para Clavijo sería encontrar una diferencia entre las enseñanzas de esos padres unicitarios y la enseñanza propagada hoy por unicitarios modernos como él.
Escribe Clavijo:
Nosotros nunca hemos hablado de tres manifestaciones sucesivas durante la historia, sino que hemos dicho que Dios tuvo el poder de ejercer simultáneamente los oficios de Padre y de Hijo durante el plan redentor, de manera que Jesús es simultáneamente Dios y hombre, Padre e Hijo. Dios no sólo es Padre en la creación, pues ahora mismo es nuestro Padre y actúa como nuestro Padre, en razón de que hemos sido adoptados como hijos suyos por causa del nuevo nacimiento. Dios sólo tomó la forma humana como Hijo, por causa de la redención, pues sólo un humano puro y perfecto podía representar a toda la humanidad (Isaías 53:4-6, Ezequiel 22:30). Dios no sólo es Espíritu Santo en razón de que él llena nuestras vidas en la regeneración, sino que él siempre ha sido, es y será Espíritu y Santo, por eso él es el Espíritu Santo. [énfasis nuestro]
No se necesita decir específicamente las palabras “tres manifestaciones sucesivas durante la historia” para enseñar el concepto. La verdad es que quiérase o no, la ilustración para describir al dios modalista es genial. Es obvio que durante el Antiguo Testamento, según la teología modalista, el personaje central es el Padre. Durante el Nuevo Testamento es el Hijo, y en esta edad presente es el Espíritu Santo (de cuyos dones los unicitarios son grandes promotores). Con sus palabras, Clavijo acaba de confirmar lo que trata de refutar. Eso se conoce como el argumento del suicidio.
Escribe Clavijo:
Otro de los errores que cometen los trinitarios, es imaginarse que cuando nosotros decimos que Jesús es el Padre y el Hijo, estamos diciendo que Padre es igual a Hijo ¡Nada de eso es verdad! Un solo hombre puede ser ingeniero y también músico, pero a ninguno se le ocurriría pensar que ingeniero es igual a músico. Jesús como Padre es el único Dios creador que existe, pero Jesús como Hijo, es el único Dios que fue manifestado en carne como un verdadero ser humano.
La analogía escogida por Clavijo no puede ser peor. Si bien un hombre puede ser un ingeniero y también un músico, en el análisis final terminamos con un mismo hombre.
Clavijo inserta este argumento en medio de su crítica, y si bien no dice particularmente que yo cometo ese error, esa es la impresión. La verdad es que yo nunca he enseñado que el Padre es igual al Hijo en la teología de los pentecostales del nombre. Para muestra basta citar mis propias palabras en referencia al Hijo:
Una variante importante en este esperpento teológico [unicitario] es que los nombres o títulos, Jesucristo, Jesús, Hijo de Dios, Cristo, Hijo del Hombre, pueden ser usados alternativamente para describir la carne, la humanidad, el cuerpo del Hijo [7]. Hijo de Dios es un título que los unicitarios usan mayormente para identificar la humanidad de Jesucristo — aunque cuando les conviene lo validan para describir a la humanidad y la deidad juntas en Jesucristo [8]. Este Hijo no es eterno, nació en un momento de la historia (de María), no existió en el pasado [9], y en el futuro dejará de cumplir su papel de Hijo [10].
[Cita de Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios contra la Doctrina de la Trinidad — Parte 1, Pablo Santomauro]
¿Se escucha esto como que estoy diciendo que el Padre es igual al Hijo en la doctrina unicitaria? ¡Ciertamente no! Podríamos citar más definiciones de nuestra pluma, pero ésta es suficiente para comprobar que yo NO uso el argumento al que alude Clavijo.
Escribe Clavijo:
Pablo Santomauro afirma que nuestro argumento es que Jesús no es Dios y que Jesús no es eterno, cuando nosotros hemos declarado contundentemente y conforme a la Escritura que Jesús es el único Dios eterno que se manifestó como Hijo.
¿No le parece extraño que Clavijo no use ninguna cita nuestra para respaldar lo que dice aquí? Yo tuve que escudriñar entre mi material para poder surgir con alguna cita que podría remotamente interpretarse como que yo afirmo algo similar a lo que dice Clavijo. Esto es lo que encontré:
“… de acuerdo con los unicitarios el Hijo es un ser creado pero no es divino en ningún modo, no pre-existió, y su rol cesará en cierto momento del futuro. El Hijo es tan solo el cuerpo de Jesús, “el velo de carne”, como le llaman. El Hijo no existía antes de la encarnación. Dentro de ese cuerpo moraba el Espíritu Divino del Padre (llamado Jesús). Por más complicado que esto parezca, lo que encontramos en el análisis final de los unicitarios es que Jesucristo no es Dios. Esta es la reina de las herejías dentro del sistema herético global unicitario. Un escritor unicitario escribe, por ejempo: “Dios no murió en la cruz, ni ninguna persona divina eterna ofreció la sangre de su cuerpo divino eterno. Como el Hijo de Dios, Jesús ofreció Su propio cuerpo humano y Su propia sangre humana a Dios.” (Did Jesus Pray to Himself ? by J.L. Hall, http://www.altupc.com/articles/jespray.htm)
[Cita de Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios contra la Doctrina de la Trinidad — Parte 3, por Pablo Santomauro]
Analizando cuidadosamente mi cita, veremos que Clavijo distorsiona mis declaraciones intencionalmente (deshonestidad intelectual sigue siendo el estilo). Este es el truco de Clavijo: cambia el nombre “Jesucristo” por el de “Jesús’ en mi declaración para luego acusarme de decir que Jesús no es Dios y predisponer a sus lectores contra mí. Pero como podemos ver, yo mismo aclaro que en la teología modalista, el nombre del Padre es Jesús. ¡Con razón Clavijo no usa ninguna cita para apoyar su afirmación!
Escribe Clavijo:
La manera en que la “teología” trinitaria confunde a la gente para que adultere la Palabra de Dios, puede exponerse así: (1) Asuma que el Credo de Atanasio está al mismo nivel de la Biblia y sirve para reinterpretar la Biblia. (2) Reinterprete la Biblia en consonancia con el Credo de Atanasio, eliminando siempre las concepciones mentales que puedan contradecir dicho Credo. (3) Conforme con el Credo de Atanasio, todas las veces que lea en la Biblia “Padre”, “Hijo” y “Espíritu Santo”, piense que se trata de tres personas distintas que hacen parte de un dios trino. (4) No se preocupe por los errores, absurdos y contradicciones del dogma trinitario. Recuerde que este está por encima de los parámetros que la inteligencia humana puede concebir. (5) Repita el ciclo anterior de manera indefinida y no se olvide de enseñar a otros que el Dios de la Biblia es una trinidad, para que ellos también transiten por la senda que usted ha decidido tomar.
Es bastante irónico que lo que Clavijo pretende que sea un argumento, puede darse vuelta y ser usado también contra su posición, por ejemplo:
La manera en que “teología” unicitaria confunde a la gente para que adultere la palabra de Dios, puede exponerse así: (1) Presuponga que la declaración de fe de (aquí ponga el nombre de cualquiera de las organizaciones de la secta unicitaria) está al mismo nivel de la Biblia y sirve para reinterpretar la Biblia. (2) Reinterprete la Biblia en consonancia con (algún credo de la secta unicitaria – IPU por ejemplo), eliminando siempre las concepciones mentales que puedan contradecir dicha declaración doctrinal. (3) Conforme con el credo de la IPU, todas las veces que lea en la Biblia “Padre”, “Hijo” y “Espíritu Santo”, piense que se trata del mismo Dios asumiendo diferentes roles. (4) No se preocupe por los errores, absurdos y contradicciones del dogma unicitario. Recuerde que éste fue dado por “revelación especial” a una gente muy especial, nosotros los unicitarios, y que sin esa “revelación” es imposible entender la doctrina de la unicidad de Dios. (5) Repita el ciclo anterior de manera indefinida y no se olvide de enseñar a otros que el Dios de la Biblia NO es una trinidad, para que ellos también transiten por la senda que usted ha decidido tomar.
La explicación de Clavijo, como vemos, carece de validez argumentativa.
Por último, corresponde denunciar a Clavijo por su demagogia y malicia demostradas cuando escribe:
Pablo Santomauro presenta a los pentecostales apostólicos como un pueblo ignorante que es oprimido por sus líderes, argumentando que nuestros líderes ejercen un control tirano sobre la iglesia en general, a fin de mantener un régimen religioso extremadamente severo que produce a la larga personas y familias destrozadas. Después de desinformar por completo a sus lectores, concluye que eso nos convierte en una secta nociva desde todo punto de vista.
Claramente, Clavijo hace aquí uso de malicia para predisponer a las personas que se congregan en sus iglesias contra mí. Con ello procura que la capacidad analítica de su lector sea obstruida por una emoción negativa y no se percate de la debilidad de sus argumentos. Eso se llama “manipulación”, táctica ésta que esconde quién es en realidad el que considera a los pentecostales apostólicos como un pueblo ignorante. Veamos la verdad. Esto es lo que yo escribí:
Sumado al error garrafal del modalismo, y como prueba de que el error engendra error, los Pentecostales Unicitarios sostienen que para ser salvo uno debe ser bautizado con la fórmula específica que ellos usan (en el nombre de Jesús), la persona debe hablar en lenguas y debe mantener ciertas normas de santidad, entre las cuales se incluyen reglas en cuanto a vestimenta, corte de cabello, y la prohibición de ir al cine, ver televisión y cosas por el estilo. Este legalismo ejerce una presión tremenda sobre los miembros de las iglesias, lo que sumado al conocido abuso de autoridad y control por parte de los pastores, produce a la larga personas y familias destrozadas. Si usted es un cristiano verdadero, y todos esos ataques contra la Trinidad, la doctrina del bautismo con la fórmula “correcta” y todo lo demás le suenan como lo que son, barro y madera, sepárese de esos falsos maestros y busque una iglesia de sana doctrina.
{http://www.calvarychapelamistad.org/ccamistadnew/modules.php?name=News&file=article&sid=43&mode=&order=0&thold=0]
Como el lector podrá notar de inmediato, yo no presento a los pentecostales apostólicos como “un pueblo ignorante” y mi exhortación nace de un corazón sincero que anhela que este pueblo llegue a conocer al verdadero Dios de la Biblia. <>