La inspiración del título de este artículo no la encontré en el nombre de una cadena de restaurantes de platillos típicos mexicanos, o en un viejo vallenato de Alejo Durán. Tampoco, me inspiré en un libro de historia para niños del escritor Gilberto Rendón Ortiz o en una novela de David Trueba; sino en el relato del evento en el cual nuestro Señor Jesucristo sana a un paralítico en la ciudad de Capernaum.
El Evangelio de Marcos, nos dice que Jesús estaba en su casa predicando la palabra cuando “vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por CUATRO” (2:3)
¿Qué es lo que hicieron aquellos CUATRO varones?
“Y como no podían acercarse a él (Jesús) a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos (de los CUATRO), dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados” (2:4, 5)
Deseo aclarar al lector, con el fin de ser fiel al relato de Juan Marcos, que éste no nos especifica si los CUATRO eran familiares o amigos; pero me he tomado el atrevimiento de especular que los varones que llevaron al paralítico a Jesús eran AMIGOS; esperando así no ser condenado por nadie como un hereje o poniendo en riesgo mi salvación.
Pero, lo que sí está sumamente claro es el hecho de que Jesús fue motivado a consumar un milagro de sanidad en favor del paralítico “al ver la fe de ellos”
La pregunta que debemos hacernos en esta ocasión es si en realidad nosotros estamos siendo instrumentos para llevar a otras personas delante de la presencia de Aquel que en una oportunidad estando en la sinagoga de Nazaret dijo que había venido a esta tierra para “dar buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón; pregonar libertad a los cautivos, vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18, 19)
William MacDonald, comentando acerca de aquellos varones que llevaron al paralítico a Jesús escribió: “Alguien ha dado a estos CUATRO AMIGOS los sobrenombres de SIMPATÍA, COOPERACIÓN, ORIGINALIDAD y PERSISTENCIA” (Comentario Al Antiguo Testamento, Pág.165)
¡Qué gran verdad!
Los CUATRO AMIGOS, es obvio que tenían un afecto especial (simpatía) por el paralítico, entonces se unieron en el proyecto de cargarlo (cooperación), hicieron una abertura en el techo (originalidad), demostrando así que estaban comprometidos a concluir lo que se habían decidido hacer en favor de aquel hombre, sin importar los estorbos que encontraran en su camino (persistencia).
¿Tenemos también nosotros la misma SIMPATÍA hacia nuestras amistades que nos provoque el deseo de llevarlos a los pies de Jesús, como lo tuvieron los CUATRO AMIGOS?
¿Estamos dispuestos a COOPERAR con el cielo para presentarle a nuestras amistades a la Única Persona que puede traer “sanidad” a sus corazones?
¿Le pediremos a Dios que por medio del Espíritu Santo nos confiera la ORIGINALIDAD, para presentar a nuestras amistades las buenas nuevas de salvación?
¿Estamos dispuestos a ser PERSISTENTES, en continuar buscando oportunidades para comunicarles a nuestras amistades que la muerte aquí en la tierra no tiene que ser el final de todo, sino el comienzo de una relación eterna con nuestro Creador y Redentor?
“Si uno tiene un amigo que no conoce a Cristo, o que es hasta hostil a Cristo, su deber como Cristiano es no dejarle en paz hasta conseguir traerle a la presencia de Cristo. No podemos obligar a una persona a aceptar a Cristo contra su voluntad. No podemos hacer que una persona sea Cristiana, pero podemos hacer todo lo posible para llevarla a la presencia de Cristo. (William Barclay, Mateo Vol. I; Pág. 370)
¿Lo haremos?
“Al ver Jesús la fe de los CUATRO AMIGOS, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”
Gracia y Paz Sergio A. Perelli “Amigo de Jesús”