“2012“
Parte: III
Autor:
Sergio A. Perelli
La Segunda Venida de Cristo no ocurrió en el año 1844, como lo predijo William Miller; ni en 1891 o 1892 como supuestamente el Espíritu Santo le reveló a Joseph Smith, el fundador de la Iglesia Mormona que pasaría.
Jesús, no regresó a la Tierra en el año 1914, como lo pronosticó Charles T. Russell, el fundador de la Sociedad Torre del Vigía; ni en 1925 como lo profetizó Joseph F. Rutherford, el segundo presidente de la misma secta ; ni tampoco vino en 1975 como también fue proclamado por los Testigos de Jehová.
Nostradamus, no acertó al fijar el año 1999 como el “fin del mundo” y si Usted es un estudiante serio de las Sagradas Escrituras no debería creer que será en el año 2060 como lo predijo Isaac Newton.
Una persona inmadura e ignorante de las enseñanzas de la Biblia podría decir: ¡Jesús no vino! ¡No pasó nada! ¡Sigamos adelante y a otra rosa mariposa!
En lo que respecta a mi persona lavarme las manos no es una opción, conociendo que en algunos de los casos mencionados anteriormente, cientos de familias que cayeron víctimas del frenesí del momento y de falsos profetas; dejaron sus trabajos, vendieron sus propiedades y en el peor de los casos abandonaron la fe.
Nosotros tampoco deberíamos olvidar a personas como Jim Jones, el fundador de la secta “El Templo del Pueblo”, que en el mes de Noviembre del año 1978 establecidos ya en Guyana; después de haberle lavado el cerebro a sus seguidores de que él era la “reencarnación de Cristo” y prometiéndoles escapar al Juicio de Dios en el “fin del mundo”, los indujo a cometer un suicidio colectivo que costó la vida de más de novecientas personas, incluyendo familias enteras.
Una historia similar, ocurrió en Abril del año 1993, cuando David Koresh, líder de la secta “Davidiana”, que también proclamaba ser el “Mesías”, se llevó a la muerte a más de ochenta de sus discípulos, en el Rancho Monte Carmelo ubicado en Waco, Texas.
Koresh, había elaborado una “teología apocalíptica del fin del mundo”, que incluía en su doctrina morir en una confrontación armada en contra de las fuerzas del gobierno de los Estados Unidos. Koresh les prometió a sus fieles, que si morían martirizados, Dios los resucitaría como seres de fuego para vencer a los enemigos de su fe.
Y cuatro años después, en Marzo de 1997, 39 personas fueron encontradas sin vida, en una mansión ubicada en la comunidad de Rancho Santa Fe, un suburbio de la ciudad de San Diego, estado de California.
Entre las personas fallecidas, estaba Marshall Applewhite, fundador y “profeta” de la secta “Puerta del Cielo”, quien proclamaba haber “habitado en el cuerpo de Cristo”.
Applewhite, creía que la Tierra estaba dominada por ángeles caídos, a los que llamaba “Luciferinos” (término derivado de Lucifer) y que nuestro planeta estaba a punto de ser “rechazado por Dios”.
Sus seguidores, debían entonces liberarse de sus cuerpos mortales y convertirse en ángeles para que Dios los pudiera transportar por medio de una nave espacial a un “Nivel Superior”, también denominado por Applewhite, el “Reino de los Cielos” o el “Paraíso”.
¿Cómo es que personas racionales hayan podido creer tales mentiras, a tal punto de entregar hasta sus propias vidas?
Nuestro Señor Jesucristo nos dejó la respuesta: “Tengan cuidado de que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en Mi nombre, diciendo: YO SOY EL CRISTO (EL MESIAS), Y ENGAÑARAN A MUCHOS” (Mateo 24:4,5; Nueva Biblia De Los Hispanos)
(Continuará)
Gracia y Paz Sergio “Amigo de Jesús”