Yerushalayim
Parte: VII
Los “verdaderos invasores” de la nación de Israel y en especial de Yerushalayim, la “Ciudad de David“; son los seguidores del profeta Mahoma o profesantes de la religión del Islam.
No hay un sólo verso o “surah” en el Corán para justificar la “invasión” o presencia de los musulmanes en el monte Moriah desde el Siglo VII d.C.; y aunque los hubiera, el libro sagrado de losJudíosy de losCristianos, es laBIBLIA y no el Corán.
En los artículos previos, he demostrado con la BIBLIA que la voluntad de JEHOVA (que no es el mismo que Alá), ha sido desde el comienzo que SU PUEBLO que no son los descendientes de Ismael sino de ISAAC, ocuparan un territorio en éste planeta y con límites muy específicos.
Y la ciudad de Yerushalayim, fue escogida también por JEHOVA para que SALOMON (no los califas Omar y ‘Abd al-Malik), edificaran Beit HaMikdash “La Casa Santa” o Beti Adonai “La Casa de Dios” en el monte Moriah.
Hace ya más de mil trescientos años que los “invasores”, en nombre de Alá han convertido a la mezquita del Domo de la Roca como el tercer santuario del Islam, después de la Ka’ba de la Meca y de la mezquita del profeta de Medina en Arabia Saudita.
Y en el año 1035 d. C., los musulmanes construyeron la mezquita de Al-Aksa, sobre la Explanada del Templo donde están los restos del Templo de Yerushalayim, como para darles un tiro de gracia al pueblo Judío y enviarles un mensaje subliminal que proclama: “Ustedes no entrarán más a este lugar para adorar a JEHOVA.”
El Templo de Salomón o Primer Templo, fue construido en el siglo X a.C. y destruido por los babilonios en el 586 a.C.
El Segundo Templo, fue reconstruido por los profetas Esdras y Nehemías en el año 445 a.C. al regreso del Exilio de Babilonia y vuelto a destruir por los romanos en el año 70 d.C., durante la Gran Revuelta Judía.
El general Tito dejó sólo una parte del muro de contención alrededor del monte Moriah y que rodeaba el Templo de Yerushalayim por el sur y por el este; con el fin que los judíos tuvieran para siempre un amargo recuerdo de que Roma había vencido a Judea.
Un par de años después, el mismo general Tito, comienza el proceso de cambiar el nombre de la nación de Israel por Palestina y deporta a unos 50,000 Judíos, reavivando la “diáspora” del pueblo, evento histórico que algunos consideran tuvo su inicio en el año 597 a.C. con el exilio en Babilonia.
Finalmente, entre los años 130 y 135 d.C., fue el emperador Adriano quien prohibió la práctica de la religión Judía y la región de Judea pasó a llamarse oficialmente Palestina.
La ciudad de Yerushalayim, dejó de ser la capital de Israel, un remanente del pueblo hebreo que todavía habitaba en el área fue deportado y de esta manera obligado a esparcirse por todo el mundo.
Pero aunque los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob fueron usurpados del derecho y privilegio de habitar en la tierra que JEHOVA les prometió; la esperanza de volver a Sión nunca murió en sus corazones, porque el mismo JEHOVA también les prometió:
“YO HE ALZADO MI MANO, HE JURADO QUE LAS NACIONES QUE ESTAN A VUESTRO ALREDEDOR HAN DE LLEVAR SU AFRENTA. PORQUE HE AQUÍ, YO ESTOY POR VOSOTROS, Y A VOSOTROS ME VOLVERE, Y SEREIS LABRADOS Y SEMBRADOS. Y HARE MULTIPLICAR SOBRE VOSOTROS HOMBRES, A TODA LA CASA DE ISRAEL, TODA ELLA; Y LAS CIUDADES SERAN HABITADAS, Y EDIFICADAS LAS RUINAS. MULTIPLICARE SOBRE VOSOTROS HOMBRESY GANADO, Y SERAN MULTIPLICADOS Y CRECERAN; Y OS HARE MORAR COMO SOLIAIS ANTIGUAMENTE, Y OS HARE MAYOR BIEN QUE EN VUESTROS PRINCIPIOS; Y SABREIS QUE YO SOY JEHOVA.” (Ezequiel 36:7, 9-11)
(Continuará)
Gracia y Paz Sergio “Amigo de Jesús”