La Importancia de Estudiar Doctrina
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Punto # 2) Estudiar doctrina es importante porque es la expresión de amar a Dios con toda nuestra mente.
¿Recuerdan el primer mandamiento de todos, el mayor, el principal, según Cristo?:
“Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento”. (Marcos 12:29-30)
¿Qué quiso decir Jesucristo con “toda tu mente (dianoia)”? Respuesta: “Con todo el entendimiento” (sunesis). El escriba que lo había interpelado entendió muy bien lo que dijo Jesucristo ya que en el v. 33 vemos que repite las palabras del Señor usando “entendimiento’ en lugar de mente.
Aprender, usar la mente, es fundamental en la vida del cristiano. ¿Por qué piensan ustedes que Jesucristo se dedicó a enseñar durante todo su ministerio? A través de los evangelios podemos leer frases referentes a Cristo como: “abriendo su boca les enseñaba”, “enseñaba en las sinagogas”, “enseñaba por parabolas”, “enseñaba en el templo”, “comenzó a enseñarles”, “pasaba por las aldeas enseñando”, etc. etc., constantemente.
A su vez, veamos algunas cosas que Pablo dice en sus cartas.
En Romanos 11:25, hablando del rechazo del Mesías por parte de Israel, dice: “Porque no quiero hermanos que ignoréis este misterio”, y luego explica lo que ha ocurrido con el pueblo de Israel.
En 1 Corintios 6:19, Pablo dice: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
En 1 Corintios 10:1 explica: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar”.
En 1 Corintios 12:1 escribe: “No quiero hermanos que ignoréis acerca de los dones espirituales”.
En 1 Tesalonicenses.4:13 dice: “Tampoco queremos hermanos que ignoréis acerca de los que duermen”, hablando de la 2da venida de Cristo.
El apóstol Pedro escribe en 2 Pedro 3:8: “Mas, oh amados, no ignoréis esto”, y continúa explicando acerca de la 2da. venida del Señor.
Ahora, escuchen bien, visto y considerando el énfasis primordial que Jesús y sus apóstoles ponen en procurar que los cristianos no ignoremos sus enseñanzas, corresponde preguntar a los cristianos en el día de hoy: ¿Hasta cuándo piensan seguir siendo cristianos ignorantes?
¿Por qué debemos usar nuestra mente para aprender la doctrina de Cristo y los apóstoles? Porque a través de toda la historia de la Iglesia siempre ha habido gente que enseñó doctrinas contrarias a las de los apóstoles y Jesucristo mismo. Este tipo de enseñanza no solamente creaba controversia dentro de la Iglesia, sino que también le causaba dificultades a la gente para entender lo que debían creer y lo que significaba ser un cristiano.
Esta situación ha permanecido durante 2000 años. Es por esto que las personas involucradas en una mentira, por ignorancia o porque han resistido al Espíritu Santo al punto de rechazar el verdadero evangelio (aunque ambas razones viajan juntas), pueden presentarse en la puerta de su casa, en la calle o en el trabajo, e invitarlos a concurrir a su iglesia.
Ellos se ven y oyen sinceros, son dedicados, y utilizan las mismas palabras que nosotros usamos. Les van a decir, “Nosotros creemos que Jesús es el Hijo de Dios”. Pero si investigan un poco se van a dar cuenta que le llaman el Hijo de Dios, pero es un ser creado, o un dios diferente del Padre, y para otros Jesús, el Padre, y el Espíritu Santo son todos la misma persona. En el análisis final Jesús es cualquier cosa menos el Dios de la Biblia.
Mis hermanos, cuando ustedes escuchen que Jesús es cualquier cosa y no es Dios Hijo, segunda persona de la Trinidad, igual con el Padre en naturaleza y en atributos, denle las gracias muy amablemente a la persona que tienen enfrente tratando de llevarlos a su grupo y aléjense lo más que puedan.
Satanás se disfraza como ángel de luz (2 Co.11:14), y sus ministros también. Alguien dirá, “¡Ah!, pero creen en Jesús”. Sí, ¿pero en qué Jesús? A veces decimos, “Se ven tan buena gente”, “Viven decentemente”, “Yo conozco uno que le da la mitad de lo que gana a la madre”. Mis hermanos, eso no interesa. El ateo puede vivir así, eso no quiere decir que tengan la verdad.
El hecho de que usen el mismo lenguaje que nosotros no indica que tengan la verdad, y en lo que tiene que ver con la eternidad, con el destino eterno, ustedes quieren la verdad, porque la mentira les puede costar eternamente.
Reitero, Satanás se difraza como ángel de luz. No piense que esta gente va a venir a su casa, o lo van a encontrar en la calle, o en el trabajo, y le van decir, “Venga a nuestra iglesia, allí creemos que Jesús es un demonio”. ¡No! “Jesus es el Hijo de Dios” les van a decir. ¡Cuidado!
Les advierto en estos términos sencillos porque es la mejor forma de llegar a ustedes, a la iglesia de Cristo, en estos tiempos modernos. En siglos pasados, cuando los cristianos eran confrontados con el error sabían defender su doctrina, estaban preparados. En el siglo cuarto, si ustedes entraban en una tienda a comprar algo, o un taller de artesanía, etc., en cualquier ciudad del mundo mediterráneo, la primera cosa que el dueño del local les iba a preguntar era su opinión acerca de si el Hijo era creado o no, si Jesús era igual al Padre o no, era el tema del día. La gente estaba interesada en el mensaje de salvación y la verdad de Cristo.
Han pasado 1600 años, y hoy en día, los cristianos no sabemos lo que creemos. No podemos explicar nuestra fe frente aquellos que la cuestionan, no podemos presentar a Jesús, ni decir quien es en relación a la Deidad. No podemos explicar la Trinidad tampoco.
¿Por qué? Porque estamos muy ocupados bailando en la alabanza, recibiendo tal o cual bautismo especial, o muy ocupados quitando demonios, o cayéndonos al piso o “parando de sufrir”, o leyendo “Left Behind”. Discúlpenme aquellos que leen la serie de Tim LaHaye, Left Behind. Es muy interesante, pero no me digan que se edifican espiritual y doctrinalmente leyendo la novela hasta la una de la mañana. ¡Lean la Biblia! Yo leí por un tiempo estas novelas, se trata de un material maravilloso, uno no puede cerrar el libro una vez que comienza a leer. Pero no son prioridad en la vida del cristiano. No debemos abusar el tiempo.
Lo cierto es que los cristianos y los pastores modernos no tenemos tiempo para doctrina, pero sí tenemos tiempo para montar un circo de mayores proporciones de modo que nuestra fe ha sido desprestigiada en esta sociedad, principalmente por hombres y mujeres que reclaman ser cristianos y que han usado la TV con gran efectividad para convencer a la gente que los cristianos somos un grupo de fanáticos ignorantes de mentalidad regresiva.
Concluyendo este punto: Parte de la tarea de servir a Cristo es aprender, recibir información, retenerla, memorizarla, y luego usarla en diferentes ministerios. No digan yo no sirvo para eso, no puedo memorizar, no puedo aprender, eso es flojera nada más
“!Hermano, no se me queda nada!” he escuchado decir a algunos. Yo por lo general contesto, ¿Cómo se le va a quedar algo si nunca le entró nada? Si nunca hizo ningún esfuerzo. Es curioso como cuando tienen que dar examen para la ciudadanía o para la licencia de manejo, o recordar una nueva receta de cocina, o memorizar la información sobre fútbol o boxeo desde años atrás, no tienen ningún problema de memoria.
Hermanos, aprender los rudimentos de la fe cristiana, los principios elementales de la doctrina de nuestra fe, nada complicado dicho sea de paso, requiere un pequeño esfuerzo, un domingo por la tarde, la Biblia y un buen libro informativo. Cuando volvemos de la iglesia los domingos, en lugar de despatarrarnos en el sofá con el control remoto del televisor n en la mano, tomemos una pluma o un lápiz. ¡No es difícil!
Yo conozco sectarios como los Testigos de Jehová por ejemplo, que no han pasado de 2do. año de escuela primaria, pero sin embargo hacen pasar vergüenza a la mayoría de los cristianos. Nosotros, al contrario de los sectarios, tenemos la ayuda del Espíritu Santo, contamos con el poder de Dios a nuestra disposición para desarrollarnos espiritual e intelectualmente y poner todo eso a los pies de Cristo, para que él lo santifique y lo use para su obra.
Estudiar doctrina es importante porque es la expresión de amar a Dios con toda nuestra mente. Y recuerden que somos llamados a representar a Cristo, a ser embajadores de Cristo (2 Co. 5:20), y esto nos lleva a nuestro 3er punto: Estudiar doctrina es importante porque somos llamados a ser testigos de Cristo. <>
Pablo Santomauro
(Continuará)