Sobre la “Madre” Teresa

Preguntas recibidas

Sobre la “Madre” Teresa

Estimado hermano: Hace algunos días me llamó la atención que mi pastor hizo mención de la Madre Teresa como ejemplo de “cristianismo en acción”. Algo me inquietó ante tal declaración, pero quiero estar seguro de no equivocarme cuando le pregunte a él directamente. ¿Podría usted orientarme al respecto?

Respuesta:

Llámese coincidencia, mi propio pastor usó a la “Madre” Teresa el domingo pasado cuando trató de dar una descripción del ministerio de la hermana Febe, colaboradora del apóstol Pablo (Ro. 16:1-2). Más allá de si la comparación es legítima o no, le digo hermano que no me sorprendió en absoluto. Muchos pastores y evangélicos laicos no ven más allá de las loables obras de caridad del ministerio de la “Madre” Teresa pero ignoran su teología.

Debido a que la opinión pública levanta íconos donde realmente no corresponde, debo ser cuidadoso en mis palabras de aquí en adelante porque cualquiera que no diga cosas positivas acerca de la “Madre” de Calcuta se puede convertir en el blanco de la ira y crítica de mucha gente de emociones confundidas. Yo no estoy en contra de la actividad misionera y las organizaciones de ayuda al pobre y desamparado. Por el contrario, las encuentro nobles y dignas de imitar, e incluyo en ellas al ministerio de la “Madre” Teresa.

Lo que sí cuestiono es el hecho de que ni ella, ni otros que trabajaban junto a ella, nunca intentaron convertir a Cristo a aquellos que tenían bajo su cuidado. Para mí la explicación es sencilla, usted no puede hablar de Cristo a nadie si usted mismo no es un convertido. La “Madre” Teresa dijo ella misma:

“Nosotros nunca tratamos de convertir a los que reciben [ayuda de los Misioneros de Caridad] al cristianismo, pero con nuestra obra damos testimonio del amor de la presencia de Dios. Y si católicos, protestantes, budistas o agnósticos se transforman en mejores hombres –simplemente mejor – estamos satisfechos …. Si el individio piensa y cree que su [creencia] es el único camino a Dios …no necesita buscar ya que esa es su forma de salvación” (Su libro:  Life in the Spirit: Reflections, Meditations, and Prayers, pp. 81-82)

“Si cuando nos encontramos cara a cara con Dios lo aceptamos en nuestras vidas, entonces uno se convierte. Nos transformamos en un mejor hindú, un mejor musulmán, un mejor católico, o un mejor seamos lo que seamos … Lo que Dios es en su mente, usted debe aceptarlo” (palabras de Mother Teresa: Her People and Her Work, by Desmond Doig, p. 156).

¿Qué extrañas cosas de decir, verdad? Sobre todo a la luz de las palabras de Jesucristo en Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Teresa no pudo haber predicado un evangelio más falso.

Teresa de Calcuta nunca fue una verdadera cristiana, sino que no pasó de ser una humanista religiosa. Curiosamente, tampoco fue una católica, más allá de su idolatría por María. Su religión personal fue una mezcla de pluralismo, panteísmo y universalismo. En sus propias palabras:

“Yo amo todas las religiones … Todo es Dios – budistas, hindúes, cristianos, etc. todos tenemos acceso al mismo Dios” (12/4/89, Time magazine, pp. 11,13).

“Los moribundos, los minusválidos, los enfermos mentales, los rechazados, los no amados – ellos son Jesús en disfraz ….. en los pobres yo tengo la oportunidad de estar con Jesús 24 horas al día” (Ibid).

“Todas las víctimas del SIDA son Jesús en un lastimoso disfraz; Jesús está en todos … [los que sufren de SIDA] son hijos de Dios …” (Time magazine, 1/13/86).

Al oído popular estas cosas se oyen muy ensalzables, pero para la mente bíblicamente entrenada, no son más que una falsa teología envuelta en una piel de sentimentalismo barato. La “Madre” Teresa fue una altruísta que en ninguna manera representó a Cristo, sino que por el contrario, promovió una falsa religión y un amor desasociado de Jesús. Su teología no rescató a nadie del camino ancho sino que los confirmó en él.

¡Oh, sí! El mundo la amó. Recibió honores y tributos de la ONU y muchas otras organizaciones y personalidades, entre ellos el Premio Nobel de la Paz en 1979.Pero ante los ojos de Dios eso no vale mucho que digamos. Jesús dijo, “¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas” (Lc. 6:26).

Teniendo en cuenta todo lo anterior, concluyo que exaltar a la “Madre” Teresa desde un púlpito evangélico es claramente irresponsable. Le sugiero que sea tolerante con su pastor y simplemente le provea la información para que él pueda sacar sus propias conclusiones. <>

Pablo Santomauro

Todas las citas son previamente citadas en: http://www.rapidnet.com/~jbeard/bdm/exposes/teresa/general.htm

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