La Iglesia Emergente y la Homosexualidad

La Iglesia Emergente y la Homosexualidad

En Enero de 2006, Brian McLaren escribió un artículo en la revistaChristianity Today en el tema del homosexualismo (1). McLaren comenzó narrando la historia de  una pareja de visitantes, hombre y mujer, que se le acercó al final del culto para preguntarle cuál era la posición de su iglesia respecto al homosexualismo. Ante la pregunta, McLaren aparentemente siguiendo el consejo de esa voz “apacible y delicada” (1 R. 19:12) decidió no contestar. En lugar de ello prefirió preguntarle a los visitantes el porqué de la pregunta. Era la primera vez que visitaban una iglesia en sus vidas y no quiso ofenderlos. Aprovechando el artículo para atacar a la iglesia evangélica ortodoxa, McLaren dice que se preguntó a sí mismo: ¿Después de todo quién querría ser parte de una organización anti-homosexual, racista o terrorista? Si usted es perpicaz, se dará cuenta de la alta dosis de veneno en las palabras de McLaren, veneno que sólo destila cuando habla de la iglesia evangélica conservadora. Para el resto de las creencias y religiones, McLaren se maneja con una tolerancia enfermiza.

Irónicamente, McLaren parece anticipar las críticas a su negativa de contestar la pregunta, cuando escribe: “Yo titubeé en contestar no porque soy un cobarde acomodaticio que quiere hacer cosquillas en los oídos, sino porque soy un pastor”. McLaren, aunque negándolo, no pudo describirse a sí mismo mejor en la primera parte de la frase. En la segunda parte, dejémoslo seguir creyendo que es un pastor. Seguidamente agrega: “Nosotros los pastores debemos encuadrar nuestra respuesta en torno a la necesidad; queremos que la respuesta coincida con la obra del Espíritu Santo en la vida de la persona en ese momento particular. Para ponerlo bíblicamente, queremos estar seguros que nuestras respuestas son “sazonadas con sal” y apropiadas a la”necesidad del momento” (Col.. 4; Ef. 4).

Francamente, esto se escucha muy piadoso pero en realidad ninguno de los pasajes que cita McLaren incluye el silenciar la Escritura para dejar conforme al cliente y mucho menos quedarnos sin una respuesta ante un tema donde la Biblia no puede ser más clara. Es obvio que McLaren no se anima a tomar posición respecto al tema, aunque en realidad ya la ha tomado. Según él aun no ha llegado al punto en que tanto él como otros líderes de la Iglesia Emergente puedan decir acerca del tema, “porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros”. McLaren miente descaradamente. El Espíritu Santo ya se ha manifestado  transparentemente en el tema del homosexualismo en la Biblia (1 Co. 6:9-10). Pero el Espíritu Santo no sólo se queda allí, también dice que hay esperanza en Cristo para aquellos que están atrapados en ese estilo de vida (1 Co. 6:11).

En su esfuerzo por no decir la verdad, McLaren agrega que quizá necesite  una moratoria de cinco años para emitir un pronunciamiento. Por supuesto que durante esos cinco años permanecerá “en diálogo, oración (probablemente oración contemplative), y leyendo a los eruditos en estudios bíblicos, teólogía, ética, psicología, genética, sociología y campos relacionados”. ¡Qué montón de bosta! Bueno, por lo menos ya le queda menos de un año y medio a McLaren y asociados para alcanzar un pronunciamiento. Cuando llegue el momento es muy probable que estos engañadores emergentes recurran a una extensión de la moratoria.

Parece mentira que estos llamados evangélicos prediquen tanta  permisividad en medio de un mundo donde se bombardea a los miembros de esta sociedad, desde la pantalla del televisor hasta en los grados inferiores de la escuela, con la idea de que la homosexualidad es algo normal. Por mucho que McLaren hable de que nuestra respuesta debe ser sazonada con sal, con sus acciones demuestra que la Iglesia Emergente es cualquier cosa menos sal en este mundo (Mt. 5:13).

La piedad proclamada por la Iglesia Emergente es una falsa piedad. Bien hacen los cristianos bíblicos en denunciar las falsas enseñanzas de McLaren y sus pares, siguiendo el mandato bíblico que dice que estos hombres “aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!” (2 Ti. 3:5, NVI)

Para no dejar al lector con la curiosidad, McLaren revela que cuando pudo concertar una charla con la pareja en cuestión, ellos le confesaron que se conocieron cuando los padres de cada uno de ellos decidieron unirse en pareja. Hablo del papá de ella y el papa de él. Aparentemente la pareja visitante estaba buscando una iglesia que los casara y no querían que los papás se sintieran incómodos en su boda. Por ahora los papás pueden sentirse muy tranquilos. En la iglesia de McLaren nadie les dirá que viven en pecado. Es una iglesia homo-emergente.<>

Pablo Santomauro

1)     http://blog.christianitytoday.com/outofur/archives/2006/01/brian_mclaren_o.htm

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