Si es que el lector no ha leído el PREFACIO previo al primer artículo presentado en esta serie, lo exhortamos a hacerlo con el fin de entender el contexto emocional de su autor.
Gracia y Paz Sergio “Amigo de Jesús
Crónicas pre-mortem (3)
Por Pablo Santomauro
Riconoscenza
Un popular intérprete de música autóctona uruguaya desaparecido recientemente y a quien admiro como artista, cantaba un tema que comenzaba así:
“Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar
en el valle, la montaña, en la pampa y en el mar.
Cada cual con sus trabajos, con sus sueños cada cual,
con la esperanza delante, con los recuerdos detrás.
Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar”.
El cantautor hacía referencia aquí a una hermandad ficticia imaginada en torno a una ideología que por medio del esfuerzo compartido de muchos “hermanos”, haría realidad el sueño utópico de un mundo sin hambre, pobreza e injusticia. En otras palabras, una hermandad con base en una ideología que es un salto al precipicio en la oscuridad, típica del humanismo secular. La verdad es que una hermandad no puede ser creada a partir de un sueño o una plataforma político-social. La analogía, sin embargo, es perfecta cuando llegamos a la revelación bíblica. Son innumerables los pasajes que que usan la palabra “hermano/s” y la expresión “hijos de Dios” en referencia a los que hemos creído en Jesucristo como Señor y Salvador. Efesios 2:19 afirma que los cristianos somos miembros de la familia de Dios.
Es por lo anterior que las palabras del cantante pueden ser apropiadas por mí para expresar mi reconocimiento hacia aquellos hermanos que conociendo mi situación se han tomado el tiempo para escribirme expresando el amor de Cristo en sus palabras, Me he permitido la libertad de mostrar a continuación algunos párrafos de sus mensajes.
- Querido pastor Pablo …… a mi me parece muy comprensible que un cristiano se sienta tan impotente, temeroso y poco deseoso de dejar esta vida, de alguna manera es la única que conocemos. Yo creo que su fe es fuerte y digna del Dios de la gracia, digna de la vocación a que fue llamado. Dios nos acompaña en todo el camino, y si nuestro camino está lleno de quejas y dolores, El no nos ha dejado. Me gustaría estar cerca de usted y cantarle este canto ….. Hay tantas cosas que no sabemos hermano, pero sabemos en quien hemos creído. Oro por usted que Dios haga suave su cama en su enfermedad (Salmo 41,3)
En el amor de Cristo
Any Dominguez
- Dios le ha utilizado para dejar un legado innegable para Su Pueblo de Habla Hispana , ha sido la motivación y la inspiración para muchos jóvenes aquí y confie en Dios que a su tiempo estos tendrán fruto.Pero ni las muchas palabras ni los muchos elogios podrán mitigar el dolor que siente , ni la desesperación que causa que la vida se le escurra entre las manos, sirvale el consuelo de que muchos se están preparando para continuar la obra que Dios empezo con usted, asi que sea que Dios le lleve , o le deje aquí para continuar , ya no estará solo. Suyo en Cristo, un Abrazo desde Argentina.
Firma mi buen amigo Marcos Pulliese
- Estamos tan agradecidos con Dios por su vida aquí, sea corta o larga; es un placer haber aprendido tanto de un hermano guerrero como usted. No me cabe la menor duda que seguirá dando batalla terrenal o celestial y estamos en espíritu con usted. Su ministerio ya es grande, ¡qué va!, es enorme y nuestro Señor seguro está esperando con un lugar inimaginable, con fiesta y cánticos (Sofonías 3.17) porque un hijo más se acerca a su verdadero hogar. Me gusta mucho lo que dijo una vez un hermano nuestro: Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.Lo amamos en el amor de Cristo,
Héctor Reséndiz
- Hermano no sé que decirle (aunque algo quería decir seguramente); a veces es mejor hacer silencio. Aprecio su labor en el campo de la apologética, pero más aprecio su sinceridad en estos momentos tan díficiles.
Desde Venezuela, se despide
Eduardo Joudzbalis
- Hermano solo quiero decirle que usted nos ha dejado un gran legado y ha sido de gran bendicion para las vidas de muchos cristianos, en lo personal hubiera querido al igual que usted, que su legado continuara por mucho mas tiempo, pero al parecer los planes de Dios son otros (aunque no me cabe duda que Dios lo puede sanar). Que Dios lo fortalezca hermano, Dios le Bendiga.
Josué
- Le escribo mas que todo para darle mi apoyo en estos momentos dificiles para usted y para que sepa que muchos de sus escritos, videos y mas; Dios los ha usado y me ha abierto los ojos en muchas cosas. De un tiempo para aca me siento muy identificado con la apologetica, la sana doctrina y el estudiar tantas falsas doctrinas y sectas que pululan por doquier, y sepa hermano que usted ha sido una especie de mentor para mi.Lo tendre en mis oraciones don Pablo, y sea cual fuere la voluntad soberana de Dios, recuerde que aparte de lo que nosotros pensemos o queramos, lo que Dios tiene planeado para nosotros, con creces siempre es lo mejor para nosotros.
Julio M.
- Hermano Pablo,al leer sus líneas me inundaba un sentimiento de pequeñez e impotencia, de saber que tenemos que pasar por el momento de la certeza del término de la vida, quizás la prueba más amarga que pueda pasar todo hombre en toda lo que le toca vivir; sin embargo nuestra esperanza es que toda lágrima será engujada. Le quiero comentar que sus escritos han sido de gran ayuda, es más, me han hecho tomar grandes decisiones en mi vida y aún cuando no lo conozco personalmente, ha pasado a ser un referente que quedará grabado de manera indeleble en mi memoria. Mi corazón, mis pensamientos y mi oración están con usted.
Daniel
Lejos estén estas declaraciones de constituir una oda a mi persona. Las he publicado como un homenaje a mis hermanos amados que ha sido instrumentos del Dios de misericordia y toda consolación para levantar mi espíritu en estas horas. A todos ellos envío mi agradecimiento y mi amor en Cristo. No podría despedirme sin mencionar las palabras de mi amigo, el pastor Sergio Perelli, quien tuvo la iniciativa de escribir un prefacio a mis crónicas pre-mortem. Publico aquí una porción de sus pensamientos, no para alabarme, sino para que aquellos hermanos que han sido llamados a defender la fe se sientan motivados. Me gozo en lo que me dijo mi hermano Marcos: “sírvale el consuelo de que muchos se están preparando para continuar la obra”.
Escribe Sergio Perelli:
“Pablo se convirtió al Evangelio en sus cuarenta y como parte de su nuevo nacimiento no solamente entregó su corazón a Jesús, sino que también puso su cerebro a Su servicio transformándose de esta manera en un “defensor de la fe”, una auténtica rareza hispanoparlante en el desafiante campo de la Apologética.
Nos conocimos hace una década atrás y puedo asumir correctamente que Dios no solamente usó los lazos de nuestra común fe sino también nuestro lugar de nacimiento, un paisito llamado Uruguay.
La Apologética, es un “ministerio” que requiere que la persona sea un verdadero gladiador y con un cuero de cocodrilo todavía más grande del que necesitamos tener los que estamos involucrados en la obra pastoral.
La gran ignorancia de las Sagradas Escrituras y de la “sana doctrina” que es prácticamente una norma dentro del pueblo Cristiano hispanoparlante, ha traído como consecuencia un desarrollo masivo de falsos profetas, apóstoles, maestros y pastores…y así como hace más de 500 años los conquistadores ofrecían “espejos” por el “oro y plata” de los pueblos indígenas; hoy también millones cambian el “agua de la vida” por agua que proviene de “cisternas contaminadas”.
Y nuestra querida Latinoamérica que tan propensa ha estado a ser engañada por los políticos, hoy sufre el engaño de aquellos que predican “otro evangelio”.
Por tal razón yo he admirado la vida de Pablo, porque a diferencia de millones de profesos Cristianos, optó por el camino de los “palos” y no de la “popularidad” y se convirtió en un “DEFENSOR DE LA PALABRA” y en un opositor de la “vana palabrería”.
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Termino extendiendo mi agradecimiento por todo su apoyo al pastor Daniel Brito, amigo y hermano que se mantiene en comunicación directa siempre conmigo. En la próxima crónica hablaremos de las maravillas que Dios ha hecho con este hombre, Pablo Santomauro, a quien Dios rescató de un camino de perdición ya en su edad madura y tuvo a bien usar para Su gloria. Bien dice un pastor conocido, “Dios pesca en las cloacas”. Mientras tanto, de acuerdo con el último informe que recibí en el día de hoy, mi enfermedad persevera en su agresividad y nuevos tratamientos paliativos serán intentados por los doctores de ahora en adelante. A pesar de las malas noticias, en cuanto a los síntomas puedo decir que el Señor, como en el Salmo que citó mi hermana Any Dominguez, Dios me sustenta sobre el lecho de dolor y sigue mulliendo mi cama en mi enfermedad (Sal. 41:3).
“Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar
en el valle, la montaña, en la pampa y en el mar.
Cada cual con sus trabajos, con sus sueños cada cual,
con la esperanza delante, con los recuerdos detrás.
Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar”.
Dios les bendiga grandemente.