“MIS AMIGOS” Los Adventistas Del Séptimo Día
Parte: VII
¿Qué “luz” recibió el Señor Hiram Edson de parte del “Espíritu” acerca de lo que ocurrió el 22 de Octubre del año 1844?
“Después del desayuno dije a uno de mis hermanos: ‘Vayamos para ver y animar a algunos de nuestros hermanos’. Salimos, y mientras pasábamos por un gran campo, me sentí detenido en medio de él. El cielo pareció abrirse ante mi vista, y vi definida y claramente que en vez de que nuestro Sumo Sacerdote hubiera salido del lugar santísimo del santuario celestial para venir a esta tierra en el décimo día del mes séptimo, al fin de los 2.300 días, había entrado por primera vez, en ese día, en el segundo departamento de aquel santuario, y que tenía una obra que realizar en el lugar santísimo antes de venir a la tierra, que había venido a las bodas, o en otras palabras al Anciano de Días, para recibir el reino, el dominio y la gloria; y que debíamos esperar su retorno de las bodas. Mi mente fue entonces dirigida al capítulo diez de Apocalipsis donde puede ver que la visión había hablado y no había mentido” (1)
¿Verdad que Usted ha entendido muy poco o nada de lo que acaba de leer? ¡Sea honesto! ¡No es el único!
La realidad es que Usted ha “ENTRADO EN LA DIMENSION DESCONOCIDA… ‘THE TWILIGHT ZONE’”
La mayoría de las personas se asombran cuando les comparto que la doctrina en cuanto a la observancia del Sábado como día de reposo, no es necesariamente la única doctrina estelar dentro del cuerpo teológico y profético de la Iglesia Adventista.
La santísima trinidad, en lo que se refiere a las doctrinas fundamentales de los Adventistas se completa con la doctrina del Santuario Celestial unido al Juicio Investigador y con el Espíritu de Profecía.
En el mes de Abril del año 1980, se celebró en Dallas, Texas; la Conferencia General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la última en que tuve la oportunidad de asistir.
Desmond Ford y Walter Rea, pastores muy reconocidos dentro de las filas del Adventismo habían desafiado públicamente dos de las tres doctrinas fundamentales: el Santuario y el Juicio Investigador y el Don de Profecía manifestado en la vida y los escritos de Elena G. de White.
El congreso a nivel mundial que tuvo lugar en Dallas, básicamente tuvo como prioridad de su temática el propósito de frenar los ataques suscitados en contra de la ideología Adventista proveniente de las personas arriba mencionadas y de otras menos conocidas.
Y como parte de las municiones que se pusieron a nuestro alcance recibí la copia de un pequeño libro encuadernado rústicamente y que todavía conservo como parte de mi biblioteca de origen Adventista titulado “ONE HUNDRED AND ONE QUESTIONS ON THE SANCTUARY AND ON ELLEN WHITE” (101 PREGUNTAS ACERCA DEL SANTUARIO Y DE ELENA WHITE), escrito por Robert W. Olson quien en aquel entonces era uno de los directores del Ellen G. White Estate.
En la página 6 del mencionado panfleto el Señor Olson escribió:
“La doctrina del santuario, incluyendo la enseñanza del juicio investigador y la creencia que Elena White fue divinamente inspirada, son exclusivas de los Adventistas del Séptimo Día. Si Cristo no comenzó el ministerio del juicio investigador en el cielo en 1844, y si Elena White no fue una mensajera escogida por Dios, la Iglesia Adventista del Séptimo Día entonces perderá dos enseñanzas que la identifican como un movimiento profético, levantado por Dios para preparar el camino para la segunda venida de Cristo.”
¿Se da cuenta el lector que no es solamente el Sábado lo que distingue a los Adventistas de otros grupos, sino también las doctrinas “exclusivas” del Juicio Investigador y del Don de Profecía ejercido por Elena G. de White?
Pero, ¿en qué comprende el Juicio Investigador? ¿Verdad que no le alcanzó la “revelación” que recibió Hiram Edson durante aquella caminata de campo que realizó acompañado con sus amigos un día después del “Gran Chasco” del 22 de Octubre de 1844? (Continuará)
Gracia y Paz Sergio “Amigo de Jesús”