‘MIS AMIGOS” LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA – Parte IX

“MIS AMIGOS” Los Adventistas Del Séptimo Día

Parte: IX

¿Dónde estaba el error de Guillermo Miller y de los seguidores del Movimiento Adventista, en cuanto a la interpretación de la profecía de los 2.300 días que aparece en Daniel 8:14?

¿Qué es lo que en realidad ocurrió en el Otoño de 1844?

Continuemos leyendo lo que E.G. de White escribió “autorizada por el Señor” en su libro El Conflicto De Los Siglos y que de acuerdo a los editores de la Edición 1982 “la autora se expresa con franqueza y vigor, puntualizando errores y proponiendo soluciones basadas en la infalible Palabra de Dios. Y aunque en las últimas décadas se han producido desplazamientos y reajustes en el mundo social y religioso, el esquema y las proyecciones que se exponen en este libro (referencia al Conflicto De Los Siglos) conservan hoy plena vigencia y absorbente interés.” (1)

Veamos las “soluciones” que la Sra. White propuso “basadas en la infalible Palabra de Dios”:

“Se había comprobado que los 2.300 días principiaron cuando entró en vigor el decreto de Artajerjes ordenando la restauración y edificación de Jerusalén, en el otoño del año 457 ant. de C. Tomando esto como punto de partida, había perfecta armonía en la aplicación de todos los acontecimientos predichos en la explicación de ese período hallada en Daniel 9:25-27. Sesenta y nueve semanas, o los 483 primeros años de los 2.300 años debían alcanzar hasta el Mesías, el Ungido; y el bautismo de Cristo y su unción por el Espíritu Santo, en el año 27 de nuestra era, cumplían exactamente la predicción. En medio de la septuagésima semana, el Mesías había de ser muerto. Tres años y medio después de su bautismo, Cristo fue crucificado en la primavera del año 31. Las setenta semanas, o 490 años, les tocaban especialmente a los judíos. Al fin del período, la nación selló su rechazamiento de Cristo con la persecución de sus discípulos, y los apóstoles se volvieron hacia los gentiles en el año 34 de nuestra era. Habiendo terminado entonces los 490 primeros años de los 2.300, quedaban aún 1.810 años. Contando desde el año 34, 1.810 años llegan a 1844. ‘Entonces- había dicho el ángel- será purificado el Santuario.’…En ese cálculo, todo era claro y armonioso, menos la circunstancia de que de que en 1844 no se veía acontecimiento alguno que correspondiese a la purificación del Santuario. Pero Dios había dirigido a su pueblo en el gran movimiento adventista; su poder y su gloria habían acompañado la obra, y él no permitiría que ésta terminase en la obscuridad y en un chasco, para que se la cubriese de oprobio como si fuese una mera excitación mórbida y producto del fanatismo. No iba a dejar su Palabra envuelta en dudas e incertidumbres.” (2)

Es necesario hacer un paréntesis aquí y resaltar que la interpretación de Elena G. de White en relación a la profecía de las “2.300 tardes y mañanas” de Daniel 8:14 mancomunada con la profecía de las “70 Semanas” de Daniel 9:25-27, es contraria al 99% de los comentaristas y expertos reconocidos por el mundo Cristiano Evangélico por varias razones y básicamente las más importantes son las siguientes:

a) La profecía de Daniel 8:14 o de los “2.300 días”, no tiene ninguna relación con la profecía de Daniel 9:25-27 o de las “70 Semanas”, también conocida como la de los “490 años”.

b) La profecía de Daniel 8:14 tiene diferente aplicación, punto de partida y cumplimiento que la profecía de Daniel 9:25-27.

c) La profecía de Daniel 8:14 son “días” literales y no “años” como lo interpretó Elena G. de White., según ella inspirada por Dios.

Asimismo, es de suprema importancia que el lector entienda que los Adventistas en realidad creen que con la Crucifixión de Jesús y la persecución de sus discípulos “la nación (de Israel) selló su rechazamiento de Cristo” y ahora ellos, no los judíos son el “remanente” fiel del pueblo de Dios y al final serán contados como parte de los “144,000, pero esto por el momento es harina de otro costal, no es mi deseo que Usted se siga rascando la cabeza hasta que le salga sangre.

¿No lo he convencido todavía de que los Adventistas del Séptimo Día, creen que son la “última Coca-Cola en el desierto? (Continuará)

 

(1) White, Elena G. de; El Conflicto De Los Siglos, Prefacio pág. 6
(2) Ibid.; págs. 462,463

 

Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”

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