‘MIS AMIGOS” LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA – Parte XIII

“MIS AMIGOS” Los Adventistas Del Séptimo Día

Parte: XIII

Una REPUDIACION de la doctrina del Juicio Investigador también es una REPUDIACION DE ELENA WHITE

¿Recuerda el lector esta cita que aparece en el panfleto escrito por Robert Olson y que expuse en el artículo anterior?

¿Aplican las palabras de advertencia solamente para lo que Elena G. de White escribió acerca del Santuario Celestial y del Juicio Investigador?

La respuesta a esta pregunta Usted también la puede deducir en los párrafos conclusivos de la Parte XII de esta serie; pero por las dudas que Usted no entienda lo que traté de comunicar anteriormente, sin tener un espíritu de cobardía es que puedo declarar que: “Una REPUDIACION a los escritos de Elena G. de White, es casi como cometer el pecado imperdonable para un pastor o miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día” y aunque los líderes de la Asociación General en todo su historial han “pretendido” no proyectar públicamente el asunto tan seriamente como yo lo he escrito  y se “escudan” en decir que la Biblia es la única autoridad; ¡muchísimo cuidado en querer ponerse en contra de la “autorizada por el Señor”!

Yo no voy a entrar en el tema de considerar las acusaciones que se le hacen a Elena G. de White de haber cometido el pecado del “plagio” o de copiar extensas porciones de otros autores sin dar el crédito a quiénes se lo merecían en aquel entonces. Al final de este artículo, Usted encontrará la información de algunos enlaces que se han encargado de dicha investigación y de esta manera Usted podrá sacar sus propias conclusiones.

Los Adventistas como organización han presentado sus “defensas” respecto del tema, pero ninguna de ellas me han convencido; porque aún los escritores del mundo conocen las reglasdel juego y el concepto que encierra la ética profesional,yno podemos esperar menos de una autora que se consideraba a sí misma una mensajera de Dios. ¿Qué les parece a Ustedes?

A lo único que me voy a limitar de escribir es con respecto a qué grado de importancia Elena G. de White atribuía sus revelaciones como provenientes de parte de Dios y a qué extremo los Adventistas han llevado los escritos de la “hermana White” para el desarrollo de su cuerpo doctrinario como denominación y a creerse que son “la única Coca-Cola en el desierto”.

Aprovecho para aclarar que si alguna vez esta serie se convierte en un libro, el título del mismo será: “MIS AMIGOS Los Adventistas Del Séptimo Día…La Unica Coca-Cola En El Desierto”; así que ninguno de Ustedes se atreva a usar dicha expresión sin mi autorización escrita.

Las palabras del Señor Olson que aparecen como párrafo introductorio de éste artículo deberían por sí solas cumplir mi propósito; pero yo sé que Usted necesita más evidencias, así que  aunque me veo obligado a usar más tiempo y energía, con mucho gusto presentaré un caso más sólido delante del tribunal de lectores. 

El  pastor Jaime White, quien en 1846 se casaría con Elena, fue uno de sus primeros discípulos que reconocería que “Dios la había llamado para hacer la obra de una profetisa”; y otros Adventistas que habían sido parte del “Gran Chasco” también aceptaron a la joven como “una luz de Dios” (ver referencias Parte V y VI).

Así que Elena G. de White, tuvo desde el mismo comienzo un futuro muy promisorio, aunque no sin algunos brotes aislados de resistencia hacia su naciente ministerio; pero que nunca llegaron a ser una amenaza de gravedad que pudiera afectar la unión de sus seguidores.

Deseo advertir al lector antes de compartir citas escritas por Elena G. de White sobre la autoridad exclusiva de la Biblia en la vida del creyente y después citas escritas por ella y de otras publicaciones sobre su “don” y “autoridad”; que los Adventistas han desarrollado a la perfección un arte al mejor estilo del incomparable Cantinflas.

Los escritores Adventistas, comenzando con la “hermana White” han escrito mensajes en suslibros utilizando la técnica subliminal de expresar lo que en realidad desean comunicar pero sin  querer correr el riesgo de hacerlo a viva voz…en otras palabras tienen toda la intención de transmitir algo que ellos sí creen a capa y espada…pero lo escriben con palabras camufladas para que el lector no sé de cuenta de entrada de que en realidad ellos sí creen que están en la verdad y nosotros en el error.

Yo cada vez que leo algo escrito por un Adventista, lo primero que hago es convertir las palabras del párrafo en una pregunta y le voy a poner un ejemplo:

“El cristiano se haya rodeado de seductoras invitaciones a usar drogas. HAY MUCHAS BEBIDAS QUE CONTIENEN DROGAS: EL CAFÉ, EL TE Y LAS BEBIDAS A BASE DE COLA…EL CRISTIANO SABIO SE ABSTENDRA DE TODO LO QUE ES PERJUDICIAL…”  (Creencias de los Adventistas Del Séptimo Día, pág. 326)

 

Aquí hay dos preguntas que yo estoy obligado a hacerme a nivel personal:

¿Si Sergio consume bebidas como el CAFÉ, TE, MATE, COCA-COLA, ETCETERA; entonces es un DROGADICTO?

¿Si Sergio NO SE ABSTIENE DE CONSUMIR ESAS BEBIDAS PERJUDICIALES entonces no es un CRISTIANO SABIO?

Pero, estoy seguro que algún Adventista al leer mis “preguntas” pegará el grito al cielo y dirá:

¡NO ES VERDAD LO QUE SERGIO ESCRIBIO…NOSOTROS  NO ENJUICIAMOS A NADIE POR TOMAR CAFÉ, TE U OTRAS BEBIDAS A BASE DE COLA!

Amigo lector, le sugiero leer un par de veces más la cita que extraje de un libro oficial de la Iglesia Adventista Del Séptimo Día, y Usted tome su propia decisión de si es o no es el mensaje que ellos desean transmitir pero que lo hacen “como queriendo pero no queriendo”.

Ha llegado la oportunidad de darle crédito a Dios, porque fue El quién me enseñó la técnica de descubrir la “verdad” que enseñan los Adventistas pero que la presentan de una manera “subliminal y camuflada”. ¡Unos Cantinflas en lo que mi respecta!  (Continuará)

Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”

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