¿PASTORES o PLOMEROS?
Parte: XI
Autor: Sergio A. Perelli
A los cinco años de haber comenzado el ministerio, en el cual ya hemos estado involucrados por once años; Dios nos bendijo con la adquisición de una pequeña iglesia.
Durante las primeras semanas, un grupo de hermanos dedicaron un sinnúmero de horas para acondicionar el edificio, que la congregación anterior había dejado ir deteriorando tanto en el área de reparaciones como de cosmética.
Un Sábado, cerca del mediodía, cuando me disponía a entrar a mi vehículo para ir a comprar el almuerzo para aquellos que estaban sirviendo, un señor se me acercó preguntándome en inglés quién era el pastor de la iglesia, porque deseaba hacerle una invitación.
Inmediatamente, me identifiqué como la persona que él procuraba. Después de saludarnos como correspondía; me comunicó sus palabras de aprecio por todo lo que estábamos haciendo en favor de la casa de adoración que ahora ocupábamos, a diferencia de los anteriores ocupantes que la habían gradualmente abandonado.
El varón resultó siendo el pastor de una iglesia cercana a la nuestra, y me comentó que estaba muy relacionado con los miembros de la alcaldía de la ciudad. Asimismo, me expresó cuál era la razón por la cual deseaba conocerme, y era para invitarme a la próxima reunión administrativa de los dirigentes de la ciudad y para hacer la oración del comienzo de la misma.
Todavía recuerdo sus palabras como si fuera hoy y su traducción del mensaje era como sigue: “Pastor, la oración debe ser inclusiva, porque hay personas que no son Cristianas…asumo que Usted entiende lo que estoy tratando de decirle”.
Para sorpresa de él, sarcásticamente le respondí: “Pastor, en realidad no entiendo lo que me acaba de tratar de decir”.
Su respuesta no se dejó esperar y me dijo: “Bueno…al final de la oración no estamos autorizados a usar la expresión ‘En el nombre de Jesús’. ¿Ahora entiende?”
“¡Claro que sí Pastor…ahora entiendo! Pero, mi problema es que yo no puedo concebir dirigirle una oración al Padre, sin mencionar el nombre de Jesús. ¿Entiende Usted lo que le acabo de decir?”
Yo sé que algunos pastores hubieran ‘aprovechado’ la oportunidad de ‘posicionarse’, frente al rostro de los líderes de la ciudad en donde se encuentran sus iglesias; pero también sé que José, Daniel, Nehemías, Juan el Bautista, Esteban, Santiago, Pablo, Pedro y otros; ¡nunca hubieran negociado con el nombre de Jesús! (Continuará)
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”