¿A Quién Iremos? Parte 4

¿A Quién Iremos?

Parte: IV

Autor: Sergio A. Perelli

La multitud que había venido a buscar a Jesús a Capernaum un día después del milagro de la multiplicación de los panes y los peces; unos para coronarlo rey (Juan 6:15) y otros para ver que otras señales y obras haría nuestro Señor a favor de ellos (6:30), como dice un dicho popular ‘vinieron por lana y salieron trasquilados’. 

Una vez  confrontada la muchedumbre con la verdad de que el maná que sus padres habían recibido en el desierto, no se los había provisto Moisés sino Su Padre; Jesús prosiguió en decirles: “el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo…YO SOY EL PAN DE VIDA; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás…el que cree en Mí, tiene vida eterna. YO SOY EL PAN DE VIDA…YO SOY EL PAN VIVO que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo os daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo…Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente” (6:33, 35, 47, 48, 51, 58).

Las palabras de Jesús provocaron primeramente una reacción inmediata entre los judíos, quienes comenzaron a contender entre ellos. La disputa básicamente estaba originada por una mala interpretación de lo que nuestro Señor les había comunicado metafóricamente (52-57).

Pero lamentablemente, otro grupo de personas reaccionaron negativamente al mensaje expuesto por Jesús: “muchos de Sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?” (60, Nueva Biblia De Los Hispanos).

Es obvio por el contexto del mismo pasaje, que estos“discípulos” no eran los “doce” (67). En el capítulo 10 del Evangelio de Lucas se nos informa que “después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de El a toda ciudad y lugar adonde El había de ir” (1,2).

Por lo tanto, podemos apreciar que a esta altura del ministerio de Jesús, otros hombres y no pocos se habían convertido en “Sus discípulos”; aunque no ocupaban el lugar de preeminencia de los doce originales.

El relato nos dice, que en esta ocasión “muchos dijeron: Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?.

 Y “Jesús, sabiendo en sí mismo que Sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?” (61).

Un dicho muy conocido en el idioma castellano dice: ‘La verdad no ofende, pero molesta o incomoda’.

En este caso las palabras de Jesús no solamente “ofendieron”a un buen grupo de Sus discípulos, sino también que los molestó o como dicen algunas versiones modernas se“escandalizaron” “tropezaron”.

¿Qué es lo que ocurrió con aquellos que habían sido“ofendidos” por Jesús?

“Desde entonces muchos de Sus discípulos volvieron atrás (se apartaron), y ya no andaban con El” (66).

Una iglesia cercana a la ciudad en donde vivo, promociona por diferentes medios de comunicación lo siguiente: ‘Al fin una iglesia de verdad…para gente de verdad…descubriendo un Dios de verdad…’.

Asimismo, el slogan de publicidad tiene el agregado de: ‘Todos son bienvenidos con los brazos abiertos…creyentes, agnósticos, Católicos, Bautistas, Pentecostales, etcétera’.

Yo que soy muy mal pensado, (y de esto me han acusado algunas veces en mi congregación); me atrevo a pensar que el ‘etcétera’ en realidad encierra su significado literal: ‘palabra que sustituye el final de una enumeración larga” (Diccionario Larousse Escolar).

Muchos pastores, por su frustración de no ver un crecimiento numérico en sus congregaciones, se han rendido a la predicación de un evangelio fácil, cuyo mensaje no presenta resistencia a los oídos de sus oyentes: ‘no ofende’, ‘no causa tropiezo’, ‘no produce escándalo’, ‘etcétera’.

¡Oh…en este caso el ‘etcétera’ significa que ése tipo de ‘evangelio’: NO ES EL EVANGELIO DE VERDAD…PARA DISCIPULOS DE VERDAD…QUE QUIEREN DESCUBRIR A UN DIOS DE VERDAD(Continuará)

Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”

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