“Los Que Viven…”
Autor: Sergio A. Perelli
“Octubre 27, 2011
Queridas familias de Ruben S. Ayala High School:
Es con mucho pesar que les informamos de la muerte del estudiante Ellis Woods, quien falleció hoy antes del amanecer en su casa.
Esta tragedia ha traído consigo gran tristeza a los estudiantes y personal administrativo de Ruben S. Ayala High School…Nuestros corazones se extienden hacia la familia Woods, sus amistades y seres queridos.”
Ellis de 17 años de edad, fue encontrado muerto por su hermana, cuando ella fue a despertarlo a su dormitorio, y con el fin de que se preparara para ir a la escuela, siendo que se estaba demorando más de lo acostumbrado.
No puedo imaginarme el shock emocional que ésta niña debe haber sufrido, al darse cuenta de que su hermanito no estaba durmiendo sino que su cuerpo yacía sin vida. Tampoco me puedo imaginar la conmoción que debe haber provocado en el corazón de sus padres, recibir la noticia del deceso de su joven hijo; en especial su mamá que ya había salido de la casa rumbo a su lugar de trabajo.
La penosa noticia yo la recibí directamente de los labios de Giovanni mi hijo menor, porque Ellis estaba en el mismo grado y era parte de su círculo de amistades; asimismo se graduarían a mediados del próximo año.
Tres semanas antes, yo acompañé a Giovanni a un estudio de fotografía para que le tomaran una serie de poses de las cuales una de ellas aparecerá en el Anuario Escolar, usando la vestimenta oficial que llevará el día de su graduación. Y estoy seguro, que uno de los padres de Ellis también estuvieroninvolucrados en el mismo procedimiento.
La foto de Ellis aparecerá en el libro de memorias como uno de los que pertenecieron a la Clase del 2012; pero sus padres, su hermanita, el resto de sus familiares, amistades, Usted y yo sabemos que la realidad es opuestamente todo lo contrario.
Sus padres preferirían un millón de veces tener a Ellis vivo, que una foto de su hijo muerto ocupando una página fría de un libro que para ellos en lo más profundo de su corazón ya no tiene ningún sentido de ser.
Mi vida fue conmocionada por la noticia de la muerte de este joven de 17 años, como también lo fue para Giovanni, aunque él siempre ha tenido la tendencia de preservar en su intimidad las emociones de su alma.
La pregunta que ha resonado una y otra vez en mi mente ha sido: ¿y qué tal si Dios en Su Soberanía hubiera destinado llevarse el aliento de vida de uno de mis dos hijos varones en el amanecer del Jueves 27 de Octubre? ¿Qué garantía tenemos nosotros que nuestros hijos despertarán en el día de mañana?
Y pasando la pregunta a un nivel todavía más personal: ¿qué seguridad tenemos nosotros mismos que el reloj de nuestro corazón seguirá palpitando en el día de mañana?
Los miembros de la familia Woods se acostaron la noche anterior con planes para el día siguiente; y estoy seguro que ninguno de ellos planificó que uno de ellos se iba a morir, ni siquiera se les pasó por la mente el pensamiento.
¡Nosotros hacemos lo mismo también! Pero ¿en qué basamos nuestra confianza?
El sabio Salomón dejó escrito que “los que viven saben que han de morir…”(Eclesiastés 9:5); pero a mí en lo personal no me gusta mucho recordar tal aseveración. ¡Y a Usted tampoco!
Woody Allen, el actor y director de cine en una entrevista hizo el siguiente comentario: “No es que tenga miedo de morirme…es tan sólo que no quiero estar allí cuando ocurra”.
La realidad es que estaremos presentes cuando Dios decrete el día de nuestra muerte y no podremos escaparnos de ése día.
¿Estaré moral y espiritualmente listo? ¿Estará Usted listo? ¿Tendremos nuestra casa en orden cuando el tic-tac del reloj de nuestra vida terrenal llegue a su minuto final?
“La muerte es tan segura de su victoria, que nos da una vida de ventaja” Anónimo. (Continuará)
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”