“Los Que Viven…”
Parte: IV
Autor: Sergio A. Perelli
El Salterio o Himnario de las Sagradas Escrituras tiene 150 Salmos, y uno de ellos fue escrito por Moisés aproximadamente catorce siglos antes del nacimiento de Jesús.
En mi Biblia de estudio, el Salmo 90 tiene como título ‘La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre’, debido a que su autor presenta el contraste que existe entre la infinitud del Creador y la finitud del ser humano: “Los días de nuestra edad son SETENTA AÑOS. Y si en los más robustos son OCHENTA AÑOS. Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos” (vs. 10).
¿Cuándo Moisés escribió estas palabras? ¡Mil cuatrocientos años antes de Cristo!
Si a 1400 le sumamos 2000, nos da como resultado 3400; y la pregunta que tengo a continuación es la siguiente: ¿se equivocó Moisés al decir que “los días de nuestra edad son 70 años”, tres mil cuatrocientos años atrás?
Según estadísticas oficiales de Global Health Observatory un departamento de la Organización Mundial de la Salud, el promedio de vida a nivel mundial es de 68 años, y de acuerdo a la misma entidad 57 millones de personas mueren cada año, entre las cuales tristemente un 15% son niños menores de 5 años de edad.
Es interesante resaltar que aunque la ciencia y la medicina han avanzado a pasos agigantados, el promedio de vida a nivel mundial, está en común acuerdo con los SETENTA AÑOSpronunciados por Moisés en el Salmo 90.
Y aunque en el mismo Salmo también se nos dice que los más robustos pueden llegar a OCHENTA AÑOS, su fortaleza es molestia y trabajo.
El 14 de Noviembre del año 2011, el reconocido Evangelista Billy Graham cumplió 93 años de vida, y él aprovechó la ocasión para presentar su nuevo libro titulado ‘Casi En Casa’ (Nearing Home).
En medio de la celebración dijo a los que estaban presentes: “Nunca pensé que llegaría a ser tan viejo. Toda mi vida me enseñaron a morir como Cristiano, pero nadie me enseñó cómo debemos vivir en los años antes de morir. Me hubiera gustado (que me hubiesen enseñado) porque soy un hombre viejo, y créanme, no es fácil”.
Si bien es cierto que Billy Graham agradeció a Dios por haberle permitido vivir 93 años, también reconoció que llegar a la vejez no es fácil; pero lo más importante para él no es saber si vivirá un año más, sino el tener la confianza que el día de su muerte se encontrará con Jesús para recibir de Su mano la corona de la vida eterna, así como su amada esposa Ruth ya la recibió en el año 2007.
En el último libro de la Biblia encontramos las siguientes palabras dirigidas por nuestro Señor Jesús a la Iglesia de Esmirna:
“El Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y ha vuelto a la vida dice esto:…Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice…El vencedor no sufrirá daño de la muerte”(Apocalipsis 2:8, 10, 11).
La promesa de recibir la “corona de la vida”, no era solamente para los miembros de la Iglesia de Esmirna que vivieron en el Siglo I, sino para cada uno de nosotros:
“Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que Lo aman”(Santiago 1:12).
“Cuando aparezca el Príncipe de los pastores (el Pastor Supremo), Ustedes recibirán la corona inmarcesible (que jamás se marchitará) de gloria” (1 Pedro 5:4).
Es verdad que Salomón escribió “Los que viven saben que han de morir…”, pero también es verdad que el día de nuestra muerte no tiene que ser el final de todo, sino la puerta que nos dará acceso a la vida eterna, la cual obtendremos no por nuestros propios méritos o buenas obras sino por el amor y la gracia de Jesús quien hace dos mil años venció la muerte el día de Su resurrección. (Continuará)