¿En quién tienes depositada tu confianza?
Autor: Sergio A. Perelli
“Si un ejército acampa contra mí, no temerá mi corazón; si contra mí se levanta una guerra, a pesar de ello, yo estaré confiado” (Salmo 27:3, Nueva Biblia De Los Hispanos).
La versión de las Sagradas Escrituras a la cual hago referencia, el Salmo 27 lleva como título ‘Confianza Absoluta en Dios’.
Unos piensan que David escribió este Salmo previo a ser ungido o proclamado rey de Israel, otros que fue durante la insurrección de su hijo Absalón, y existen otras especulaciones al respecto; pero la realidad es que nosotros no sabemos las circunstancias que motivaron a David a escribir las palabras de este Salmo.
Una cosa sí podemos deducir del contexto global de todo el Salmo, y es que David estaba atravesando un tiempo impregnado de angustia (5), adversidad, calumnia y en el que se respiraba violencia (12).
¿Qué es lo que hizo David? ¿Fue corriendo desesperadamente a Samuel? ¡No! ¿Solicitó la protección de los oficiales de su ejército? ¡No! ¿Buscó la ayuda y el consejo de su amigo Jonatán? ¡No!
¿Qué es lo que hizo entonces David? En el mismo Salmo encontramos la respuesta: “TU ROSTRO, SEÑOR BUSCARE…NO ESCONDAS TU ROSTRO DE MI…” (8, 9).
La dependencia espiritual de un profeso Cristiano en otro ser humano en tiempos de aflicción, llámese pastor, profeta, apóstol, psicólogo, líder de iglesia, sociólogo, consejero profesional, otros creyentes, etcétera; no solamente es pecaminosa, sino que niega la Soberanía de Dios sobre la vida de una persona.
Y antes de que algún lector levante su puño en contra de lo que he escrito, lo exhorto a leer nuevamente las palabras subrayadas: dependencia espiritual. De ninguna manera descarto la posibilidad de que un creyente busque la dirección espiritual de las personas nombradas en el párrafo anterior.
Pero una persona que dice creer en el poder del Espíritu Santo, en la autoridad de la Palabra de Dios, y en la efectividad de la Oración; entonces debería buscar primero y por sobre todo laintervención de Dios cuando experimenta tiempos de adversidad ; así como lo hizo David.
“Porque El me esconderá en Su tabernáculo en el día del mal. Me ocultará en lo reservado de Su morada. Sobre una roca me pondrá en alto (5),levantará mi cabeza (6). Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá” (10).
¿Continuarás depositando tu confianza en el hombre, o en la Palabra de Dios?
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús”