URUGUAY: “Una Pequeña Babilonia”
Parte: I
Autor: Sergio A. Perelli
En el Uruguay entró en vigencia una ley promulgada por el Ministerio de Salud Pública, por la cual no se permite a los restaurantes poner sal en las mesas. Si un cliente desea agregarle más sal a su comida debe solicitar que se le traiga el mencionado sazonador. Y el eslogan promocionando esta medida dice lo siguiente: “No a la sal, SI A LA VIDA”.
Una vez que tuve conocimiento de la ley, pero en especial de la frase publicitaria; de mis labios brotó una carcajada cargada de ironía, acompañada de las palabras: ¡Qué incongruente es el gobierno del Uruguay, la nación más agnóstica, secular, pagana y libertina de América Latina!
El día 25 de Septiembre del 2012, 50 diputados votaron a favor de la despenalización del aborto y desde que se legalizó tal práctica hay 5400 uruguayos menos por año.
Según la organización Mujer Y Salud del Uruguay (M.Y.S.U.), 60% de las mujeres que abortaron lo hicieron para preservar “su proyecto de vida”, en lo personal, laboral o profesional; 30 % por razones económicas; 13% porque no tenían el apoyo de su pareja; 7% por ya tener muchos hijos; 1% por violencia sexual y 0.3% por malformación fetal (Diario El País, Diciembre 3,2013).
El párrafo anterior claramente confirma lo que enseña la Biblia en relación a uno de los rasgos de carácter de la humanidad en la era contemporánea; el der ser “amadores de sí mismos” (2 Timoteo 3:2).
El aborto para aquellos que profesamos ser hijos e hijas de Dios es un asesinato de guante blanco, y una violación al quinto mandamiento de la Biblia que dice: “NO MATARAS” (Exodo 20:13), sin importar en qué tiempo del proceso de gestación se encuentre ése ser viviente en el vientre de su madre.
¡Qué vergonzoso es que un gobierno promueva descaradamente: “NO A LA VIDA…Y SI AL ABORTO”!
En mi libro personal de ética moral los 50 diputados que votaron a favor del aborto en mi país de nacimiento, son tan culpables como los genocidas cuyos nombres aparecen en las páginas más sombrías de la historia de este mundo. La diferencia entre unos y otros, es que los últimos lo hacen según ellos en pro del ejercicio del ‘derecho ajeno’ y amparados por los principios de la ‘democracia”.
Las palabras que un día Jesús dijera con vehemencia a los líderes judíos de su época, también aplican a los gobernantes del Uruguay: “Ustedes son de su padre el diablo, HOMICIDA DESDE EL PRINCIPIO…MENTIROSO Y PADRE DE MENTIRA” (Juan 8:44).
La práctica del aborto es contraria a la Palabra de Dios y los gobernantes del Uruguay, y de cualquier otra nación que promueva el homicidio de una vida en gestación dentro del vientre de su madre, al final de sus vidas rendirán cuenta de toda la sangre que tendrán en sus manos y corazones.
El rey David en uno de sus Salmos escribió: “TU FORMASTE MIS ENTRAÑAS; TU ME HICISTE EN EL VIENTRE DE MI MADRE. MI EMBRION VIERON TUS OJOS. Y EN TU LIBRO ESTAN ESCRITAS TODAS AQUELLAS COSAS QUE FUERON LUEGO FORMADAS SIN FALTAR UNA DE ELLAS” (Salmo 139:13-16) (Continuará)