URUGUAY: “Una Pequeña Babilonia” Parte 2

URUGUAY: “Una Pequeña Babilonia”

Parte: II

Autor: Sergio A. Perelli

La motivación para escribir esta serie de artículos la encontré en una ley que promulgó el Ministerio de Salud Pública del Uruguay, por la cual no se permite poner sal en las mesas de los restaurantes.

La promoción del decreto viene acompañada con el slogan publicitario: “NO A LA SAL…SI A LA VIDA”; una frase que es una total incongruencia del tamaño del globo terráqueo porque el gobierno de la mencionada nación no solamente le ha dicho “NO A DIOS“, sino que también se ha convertido en un ‘defensor’ de ‘prácticas de muerte y NO DE VIDA‘.

En la primera parte abordé la temática de la Ley de Despenalización del Aborto, pero en esta oportunidad me enfocaré en la Ley del Matrimonio Igualitario, que recibió la aprobación definitiva el 10 de Abril del año 2013; lo cual obligó a hacer una modificación en el Código Civil del Uruguay creado en 1886 y que establecía que la institución matrimonial estaba solo permitida a una pareja de hombre y mujer. En el presente el Artículo 83 dice: “El matrimonio civil es la unión permanente de dos personas de distinto o igual sexo“.

Federico Graña, uno de los líderes de la agrupación Colectivo Ovejas Negras ha expresado lo siguiente: “Hoy a nivel estatal, se le da dignidad al amor entre dos personas del mismo sexo“.

El Frente Amplio que es el partido político que gobierna el Uruguay al momento de escribir este artículo, incluso ha propuesto que se modifique la letra de la popular canción “Arroz con Leche”, la cual diría:

“Arroz con leche me quiero casar,

con una personita del Uruguay;

que sepa querer,

que sepa soñar,

que sepa compartir,

las ganas de jugar“.

El senador oficialista Rafael Michelini quien votó a favor de la Ley del Matrimonio Igualitario ha afirmado que finalmente el Uruguay es una nación que ofrece: “libertad, de elección de la gente y de la justicia“.

Las Sagradas Escrituras demuestran que Dios le ha dado a todo ser humano un derecho que teológicamente se lo conoce como el ‘libre albedrío’, y que se define como la habilidad que tiene cada persona de tomar sus propias decisiones; pero por otro lado el mismo Dios declara la siguiente advertencia: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).

El matrimonio establecido por Dios desde el principio de Su creación es entre un hombre y una mujer (Génesis 2:18-24; Efesios 5:22-31). Por lo tanto cualquier desviación a lo aprobado por Dios es “camino de muerte”, y “abominación” delante de Sus ojos (Levítico 18:22).

Asimismo, la Biblia es tajante en afirmar que ni los “afeminados” ni los que “se echan con varones”, “heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9).

En lo que respecta a mi persona, yo he decidido “obedecer a Dios, antes que a los hombres” (Hechos 5:29). ¿Y Usted que hará? (Continuará)

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